Un total de 68 personas, la mayoría presos, han muerto a causa del incendio que se declaró el miércoles en la Comandancia de Policía del estado venezolano de Carabobo, por un motín, según confirmó ayer el fiscal general del país, Tareck William Saab, que ordenó investigar lo ocurrido.

Saab ha indicado en Twitter que de las 68 personas fallecidos, 66 son hombres que estaban recluidos en estas instalaciones policiales y las otras dos son mujeres que habían obtenido un permiso para visitar a sus familiares y pasar la noche allí.

El calabozo de la policía regional, como todos los centros carcelarios del país, presenta niveles importantes de hacinamiento. El motín se produjo durante el día de visitas conyugales. Según las informaciones, los reos habrían desarmado a uno de los soldados de vigilancia, e intentaron tomarlo como rehén.

Uno de los cabecillas exigió ciertas condiciones a las autoridades como requisito para liberarlo. Los presos habrían iniciado un intento de fuga para lo que procedieron a quemar colchones, lo que desencadenó la tragedia. De momento no ha trascendido el número de heridos por el humo.

Ante los "terribles hechos" , el fiscal general Tareck William Saab ha designado a cuatro fiscales para esclarecer la causa de la mayor tragedia penitenciaria ocurrida en Venezuela.