La incertidumbre por el paradero de Paz Fernández Borrego, la gijonesa desaparecida desde el pasado 13 de febrero, ha terminado de la peor manera. Un piragüista descubrió el cadáver de esta mujer de 43 años ayer por la tarde en el embalse de Arbón, en el concejo de Villayón. La mujer pudo ser identificada por el color de su cabello, el vestido negro que llevaba -el mismo con el que se la vio por última vez- y sobre todo por un tatuaje que lleva en el hombro, según indicaron fuentes de la Guardia Civil.

La autopsia determinará hoy el origen de las lesiones que presenta. Sin embargo, las circunstancias del hallazgo hablan por sí solas. El cuerpo se encontró a 14 kilómetros del lugar donde quedó aparcado su vehículo, en las inmediaciones del Hospital de Jarrio, en Coaña, y a doce del lugar donde fue vista por última vez. "La familia está destrozada", aseguró en la noche de ayer un allegado. No hizo falta siquiera que los familiares acudiesen a identificar el cadáver.

De esta forma trágica se ponía fin a la incansable búsqueda para dar con el paradero de esta madre de dos hijos de 43 años. Un vecino aficionado al deporte de la piragua, fue quien dio la señal de aviso a la Guardia Civil. A las tres y media de la tarde, y mientras practicaba esta modalidad, descubrió un cuerpo flotando en el agua, boca abajo, en una zona próxima a un camping, y a escasos metros pasa la carretera AS-25, que comunica Navia con Villayón. Hay una pequeña rampa hacia el agua, y es frecuente que las lanchas se amarren en este punto. Es una zona que se encontraba dentro del terreno rastreado por la Guardia Civil, que el día anterior, lunes, había desplegado el helicóptero por la zona.

Hasta el lugar del hallazgo se desplazaron varias patrullas del Instituto Armado, la juez titular de Luarca y la Policía Científica de la Guardia Civil, así como el médico forense para proceder al levantamiento del cadáver. El cuerpo de la mujer, inicialmente sin identificar, se encontraba "en una zona de difícil acceso, en la orilla del embalse de Arbón", según informó el propio cuerpo. Fue por ello preciso la intervención del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS), que llegaron al lugar a las siete de la tarde. De forma inmediata recuperaron el cadáver, utilizando para ello una zódiac, en una operación que se prolongó durante media hora.

Los restos mortales de la mujer fueron trasladados en una funeraria hasta el Instituto de Medicina Legal de Asturias, donde a lo largo del día de hoy se realizará la autopsia. Minutos después de las ocho de la tarde se dio por finalizado el operativo. Finalizó un dispositivo de búsqueda que ha durado tres semanas, y que mantuvo en vilo a la comarca. Queda sin embargo aclarar las causas de la muerte.

Extrañas desapariciones

Mientras, las familias de Lorena Torre García, de 40 años, desaparecida el 1 de marzo y de Concepción Barbeira Mariño, de 46 años, de la que no se sabe nada desde el 2 de marzo, se muestran desesperadas porque todavía no tienen noticias de ellas. Sus allegados aún mantienen la esperanza de enonctrarlas con vida, pero reconocen, que a medida que van pasando los días "la espera hace mella".