Una multa que no le preocupa tanto como los daños que, aseguran, causó a los ordenadores y que conllevan una responsabilidad civil a la que le costará hace frente económicamente. Esta es la condena a la que se enfrenta una limpiadora de piscinas de Vigo que reaccionó arrojando un cubo con agua y excrementos de perro y propios a su jefe cuando la despidió de forma fulminante al regresar de la boda de su hija, pues le dijo que no había solicitado permiso para ausentarse.

No fue posible un acuerdo entre las partes, y ayer se celebró la vista por un delito leve de daños en el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo. Los hechos tuvieron lugar a finales de abril del año pasado. En concreto, cuando ella regresó tras unos días libres para acudir a la boda de su hija, se encontró con la carta de despido y que su puesto estaba cubierto por dos trabajadoras.

Indignada, porque asegura que sí había solicitado a un superior los días libres, y llena de ira por la injusticia cometida pues asegura que llevaba nueve años en la empresa sin faltar ni un día y dispuesta a hacer todo lo que le pedían sin protestar, optó por vaciar en un bidón lleno de agua los excrementos y entrar en el despacho de su jefe tirándoselo por encima.

Su jefe la denunció por vía penal por daños, pues la acusa de dañar varios ordenadores de la oficina. La mujer, una viuda de 58 años se encuentra en una situación difícil, pues no cobra ningún tipo de pensión. El caso quedó visto para sentencia .