"Le abrí la puerta. Preguntó por mi hermana y le dije que no vivía allí. Me dijo que era del Catastro y que también venía por otra hermana. Yo pago todo por banco, pero le di los 150 euros míos. Menos mal que no le di los de mi hermana, y eso que decía que la día siguiente la deuda sería de 600", relata una vecina de O Calvario. "Es muy listo, viste bien con chaqueta azul y pantalón gris. Va todo preparado", explica. Recuerda que le hizo firmar un papel, pero se lo llevó con él.

Manuel C.V. no suele pedir cantidades demasiado elevadas, entre 150 y 250 euros. El objetivo es no superar los 400 euros porque si es descubierto se considerará delito leve. Una estrategia que lo juzgados combaten acumulando causas y acusándole de delito continuado de estafa.