"Nunca había pasado tanto miedo e impotencia"

Cuenta para FARO como a las 13:00h iniciaba su regreso de las vacaciones de Navidad con su mujer, quería "hacer el trayecto de día para evitar problemas". A las 18:00h entraba en la AP-6 y en el kilómetro 80 el tráfico se detenía. Ahí comenzó todo. "Cuando entramos en la vía simplemente vimos un cartel de precaución con la velocidad, pero nada más" y sin embargo se quedaron atrapados por la nieve durante cerca de 17 horas "sin ningún tipo de información oficial, poníamos la radio y simplemente sabíamos lo que en ella contaban otros conductores en las mismas situaciones".

"Nosotros y el resto de personas atrapadas pasamos miedo, mucho miedo e impotencia, explica. "Había gente mayor y familias con niños, que eran los que peor lo pasaban". Las horas pasaban y aumentaba la incertidumbre. "Para muchos era casi final de viaje y no llevaban los depósitos llenos, algunos tampoco llevaban ni comida ni bebida". Además "la estación de servicio más cercana no funcionaba porque se había ido la luz".

La noche fue complicada "la propia adrenalina te impedía dormir, no sabíamos cuanto tiempo podíamos pasar allí, si se acababa el combustible te quedabas sin calefacción y ¿cómo saldrías de allí?"

Intervención de la UME

"Hasta que llegó la UME no tuvimos ni información ni ayuda" apunta Gonzalo López, que agradece su labor. "Tan solo vimos a un coche de la Guardia Civil que trataba de abrir paso al quitanieves pero que casi queda también atrapado"

La solidaridad de la gente

Una vez más la solidaridad de la gente volvió emerger en los momentos más complicados. "La gente compartía su comida el agua y ayudaba a mantener la calma". De hecho "fue asombroso como se mantuvo la templanza pese al miedo".

Pasado el mediodía Gonzalo y su mujer llegaban a su destino, Madrid, después de haber superado unas de las horas más complicadas de su vida.