Un importante golpe a una red internacional de narcos que contaba con un "subgrupo" que actuaba desde la provincia de Pontevedra. Tres de los 40 detenidos en un operativo que se saldó con la incautación de 4 toneladas de cocaína en España y Marruecos cayeron el pasado agosto en Pontevedra. Fueron interceptados con una furgoneta y una autocaravana con 750 kilos de droga. En una vivienda guardaban la sustancia y, de hecho, se hallaron otros 120 kilos de estupefaciente.

La Operación Ventus de la Guardia Civil, en colaboración con otras policías y organismos, se saldó con 40 apresados: 34 hombres y seis mujeres de nacionalidades española, británica y marroquí. La organización se dedicaba al tráfico de cocaína y al blanqueo de capitales. Las detenciones, además de en Pontevedra, fueron en Girona, Madrid, Melilla y Marruecos. En España los agentes se incautaron de 1.270 kilos de cocaína y de más de 13 millones de euros en efectivo, además de bienes muebles e inmuebles propiedad de los investigados. En Marruecos la aprehensión, por parte de la DGST marroquí, fue de 2.580 kilos de cocaína.

Las fuerzas de seguridad dan así por desarticulada una "importante organización" afincada en España y Marruecos y dirigida desde Venezuela por un español que está en busca y captura. Igualmente, se intervinieron 18 vehículos entre los que está la autocaravana utilizada para el traslado de la droga y tres embarcaciones. La cocaína incautada podría haber alcanzado en el mercado español la cantidad de 103 millones de euros.

La operación se inició en 2016 tras detectarse un grupo que se dedicaba al tráfico de drogas, para lo que utilizaba veleros, desde Denia (Alicante). Uno de esos barcos fue interceptado y se hallaron 400 kilos de estupefaciente. Las pesquisas permitieron determinar que la red tenía colaboradores en el País Vasco, y que los cabecillas se desplazaban desde Sudamérica hasta España para diversos cometidos. Las dos principales estructuras de la organización estaban en el País Vasco -se encargada de introducir y distribuir las partidas que enviaban por vía marítima- y en Melilla -donde se blanqueaba dinero-. En relación con este último grupo, hasta Melilla se desplazó un importante colaborador de la red desde Venezuela: recogía el dinero y lo remitía a ese país oculto en un entramado empresarial que aparentaba dedicarse a la venta de muebles. En el puerto de Valencia hubo una incautación de 8 millones de euros en efectivo. También se remitía el dinero en vuelos o se blanqueaban cantidades en Alemania.

Con respecto a los 870 kilos de droga del chalé, se pretendían distribuir al Reino Unido a través de Alicante y Girona. La trama gallega utilizaba para el transporte de la droga una autocaravana y vehículos lanzadera para evitar ser detectados. En Girona, bajo tierra, aparecieron 120 kilos de cocaína.