Todo quedó en un susto. Pero María C. creó hace años una situación de gran riesgo en una entidad bancaria de Redondela tras rociar con gasolina a varios trabajadores y clientes que estaban en la sucursal, exhibiendo un mechero, con la intención de cometer un atraco. No logró robar nada y escapó de allí. Nadie resultó herido. Ayer estaba señalado el juicio, en el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo, pero ya no fue preciso celebrarlo: la mujer asumió la autoría de un delito de intento de robo con intimidación, aceptando un año y nueve meses de cárcel. La juez le suspendió el ingreso en prisión condicionado a que no vuelva a delinquir en los próximos tres años.

Ocurrió en el verano de 2013. El 30 de agosto. María entró en la entidad, ubicada en la avenida de Vigo, y sacó del bolso una botella llena de gasolina. Roció con el líquido a tres trabajadores y a varios clientes. Y a continuación sacó otro bote, echó más combustible por el suelo y mostró un mechero. "Abrir cajas, prender fuego", gritó amenazante.

Las cajas con el dinero, sin embargo, no se llegaron a abrir. Y ante esta situación, la mujer optó por escapar de allí. En su fuga dejó atrás un gorro, un mono blanco y unos guantes que acabarían convirtiéndose en pruebas contra ella en el proceso judicial que se abrió. Los agentes que acudieron a la sucursal tras recibirse la alerta de este robo frustrado también recuperaron los recipientes en los que la ahora condenada llevaba la gasolina. La sentencia contra ella ya es firme.