El Juzgado de lo Penal 2 de Vigo acogió ayer el juicio contra cuatro vigueses por un operativo de junio de 2016, cuando dos de ellos, que regresaban vía Portugal desde el sur de España, fueron interceptados en Porriño por la Policía Nacional, donde les incautaron un alijo de casi 50 kilos de hachís con un valor superior a los 300.000 euros. Precisamente, los dos hombres que viajaban en ese coche fueron los únicos que han admitido su implicación de los hechos, reconociendo que realizaron el viaje con la droga. "Asumo la responsabilidad de ese transporte", declaró Óscar P.H., quien en la actualidad permanece en prisión. "Participé en ese transporte desde Algeciras a Vigo; por ello Óscar me pagó 500 euros; necesitaba el dinero para drogarme", dijo a su vez Jorge P.S., cuyo abogado ya había anunciado al inicio de la vista que su cliente reconocería los hechos en virtud de "un principio de acuerdo" al que había llegado con el fiscal.

Los cuatro acusados afrontan penas de prisión. Y si Óscar y Jorge admitían su culpabilidad, los otros dos imputados defendían su inocencia. Uno de ellos, en prisión provisional, es al que la Fiscalía considera el miembro más relevante del grupo. Se trata de Isaac C.D. Pero él negó el narcotráfico. "Yo a lo que me dedicaba era a vender tabaco de liar y ropa", dijo. Otro encausado, Josué O.D., también rechazó su implicación.

La investigación arrancó por un oficio de la Policía lusa, que investigaba a un ciudadano de aquel país. Varias defensas piden la nulidad de la causa al estimar que las intervenciones telefónicas se basaron en sospechas. Familiares de los acusados asistieron al juicio.