La juez que estaba de guardia en A Coruña el domingo por la noche, por lo que asumió la investigación del crimen del niño de 11 años de edad presuntamente a manos de su padre, se inhibió ayer a favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, que deberá decidir si acepta o no instruir el caso. La magistrada concluyó que el arrestado acabó con la vida de su hijo para dañar a su exesposa, por lo que considera que el asunto es por este motivo competencia de Violencia. El sospechoso de asesinar al menor el pasado domingo propinándole fuertes golpes en la cabeza con un objeto contundente, M.J.M.M., permaneció ayer detenido en las dependencias policiales de Lonzas y está previsto que en la jornada de hoy pase a disposición judicial.

El tiempo máximo que el presunto autor del crimen puede estar arrestado es de 72 horas, por lo que el plazo expira hoy mismo, pero la Policía Nacional puede solicitar una prórroga. Algunos de los investigadores se desplazaron ayer hasta el edificio de Nuevos Juzgados de A Coruña para informar a la titular del Juzgado de Instrucción número 7 sobre las diligencias urgentes practicadas y las que quedan por realizar.

El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), estudia si debe hacerse cargo del caso, tras lo que emitirá un auto con la resolución. La Delegación del Gobierno indicó ayer que la Policía Nacional trata el asunto como violencia de género y fuentes del 091 ya daban por hecho que Violencia sobre la Mujer se hará cargo de la instrucción.

Fuentes judiciales señalan que no es habitual que este tipo de crímenes sean derivados a Violencia. La investigación del caso Bretón fue dirigida por un juzgado de instrucción, al igual que el último precedente de un caso similar en A Coruña, el del asesinato de los gemelos de diez años en Monte Alto en agosto de 2011. El novio de la madre de las criaturas fue condenado por asesinato a 43 años y siete meses de cárcel, pero cumplirá veinte. La madre de los niños también fue sentenciada a 12 años y nueve meses de prisión por consentir los malos tratos. En esa ocasión, el Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña se encargó del caso.

El vecino de Labañou, nacido en 1974, llevó supuestamente al niño el domingo por la tarde, Día de la Madre, a un bosque de eucaliptos de la parroquia de Rodeiro, en el municipio de Oza-Cesuras, donde le asestó golpes en la cabeza con un objeto contundente -una herramienta o una piedra- hasta matarlo, según los investigadores. Junto al cadáver, que fue hallado el lunes por la noche, fue localizada una pala. La madre del niño, que se personó en el caso como acusación particular, había denunciado ante la Policía Nacional el mismo domingo por la noche que su exmarido no le había entregado al menor, en contra de lo que estaba estipulado en el régimen de visitas tras la separación de la pareja.

Después de la alerta de la madre, los agentes comenzaron la búsqueda del padre, que fue hallado en un hostal de la zona de San Roque en A Coruña. Su coche estaba estacionado muy cerca, en la calle Almirante Cadarso, y fue trasladado a dependencias del 091 para ser analizado por la Policía Judicial y Científica.

El sospechoso fue denunciado por su exmujer en 2008 y en 2013. En el primer caso fue sentenciado por un delito de coacciones. En el segundo, fue investigado como presunto autor de un delito de amenazas a través de las redes sociales, pero el caso fue sobreseído al no ser posible acreditar quién cometió los hechos. El procesado cumplió una orden de alejamiento de su exesposa entre 2010 y 2013. No fue preventiva, sino en ejecución de la sentencia condenatoria. Vecinos de la ciudad se congregaron ayer en la puerta del juzgado de guardia para insultar y recriminar el crimen al acusado, que finalmente no fue trasladado allí.

Conmoción

Y el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, volvió a pronunciarse ayer sobre este crimen, manifestando su solidaridad con la familia y condenando "este acto de barbarie", señaló con motivo de su presencia en el acto del 173 aniversario de la fundación de la Guardia Civil, en el que se guardó un minuto de silencio. Sobre si cree que se deben modificar aspectos del régimen de visitas para proteger a los menores ante casos así, dijo que cuando hay sucesos de este tipo "algo falla". "Todos fallamos", añadió. Insistió en que se trata de "un problema de la sociedad" y, por eso, instó a denunciar tanto a las víctimas como a los que le rodean y presencien un hecho que pueda constituir delito.