Una anciana asturiana de 73 años convivió en su vivienda con el cadáver de su hijo durante una semana. El cuerpo del hombre, de 50 años y en avanzado estado de descomposición, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para determinar las causas de la muerte, mientras que los servicios sanitarios se hicieron cargo de la anciana, que al parecer sufre algún tipo de demencia.