"Estamos devastados por lo ocurrido, el dolor es terrible, se trata de excelentes personas y muy buenos patrones como lo demuestra que aquí hay empleados que llevan muchísimo tiempo". Quien se expresaba así a FARO al otro lado del teléfono en Santo Domingo es una veterana trabajadora de la empresa familiar que fundaron Basilio Vicente y María Rosa Pacheco en la República Dominicana hace 50 años. Una importante firma, El Molino Deportivo, que tiene tres tiendas y está dedicada a calzados y demás útiles deportivos. Ayer todos los empleados estaban destrozados.

El encargado de la tienda principal es José Manuel Fernández, sobrino del matrimonio. "Estamos totalmente abatidos", afirmaba, agregando que Basilio, pese a estar ya "prácticamente retirado", sigue acudiendo a la empresa casi a diario. "Quienes continúan con la empresa son las dos hijas", señalaba ayer. Este hombre explicaba que estaban pendientes de que a María Rosa, fallecida en el atropello causado por el conductor de un autobús que se dio a la fuga, le practicasen la autopsia. "Al ser una persona extranjera fallecida en un accidente deben hacérsela", afirma. Basilio permanece hospitalizado. Todos estaban muy atentos a la evolución de sus heridas, al tiempo que también estaban pendientes de las noticias sobre la localización del chófer. "Vimos la noticia de que fue arrestado", contaban. Sobre Basilio y María Rosa, explican que, pese a llevar prácticamente "toda la vida" en la República Dominicana, tenían fuertes vínculos con su familia en A Guarda, a donde viajaban "todos los veranos".

La empresa familiar ha sido a lo largo de los años distribuidor de material en importantes eventos deportivos y recibió premios por su calidad y prestigio.