Los acusados de participar en una operación ficticia de tráfico de drogas que acabó en un intento de asesinato de la persona que presuntamente iba a comprar las sustancias negaron ayer en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña formar parte de una banda criminal que operaba en toda Galicia, tal y como les acusa la Fiscalía. Algunos de los procesados puntualizaron ante el tribunal que se conocían porque mantenían relaciones empresariales. El representante del Ministerio público reclama para los siete encausados penas que oscilan entre diez años y nueve meses de prisión y 26 años y medio de cárcel.

El presunto cabecilla de la trama era el encargado de "planificar y contactar" con interesados en adquirir droga. La Guardia Civil registró los domicilios de tres de los sospechosos, situados en Lugo y Ponteareas, donde se incautó de armas y munición. La mayoría de las veces concertaban operaciones de venta de sustancias estupefacientes ficticias "con el propósito de obtener importantes cantidades de dinero que tenían en su poder los compradores", según el fiscal.