Emilio M. P. falleció ayer a los 68 años en el incendio registrado la madrugada de este martes en la casa que ocupaba junto a su hermano en el barrio de O Polvorín (Ourense). El hombre quedó atrapado bajo una viga de madera y no pudo escapar del fuego. Su cuerpo quedó totalmente calcinado. Su familiar, Rogelio M. P., de 72 años, sí consiguió salir para dar la voz de alerta. Sufría quemaduras de primer grado en el rostro y tuvo que ser trasladado en ambulancia al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

El suceso tuvo lugar antes de las 4 de la madrugada, hora en la que tuvo constancia de los hechos el 112. La casa donde dormían los dos hermanos, en la Rúa das Laxas, empezó a arder y el fuego la destrozó por completo. El tejado y el piso superior se vinieron abajo, con la excepción de algunas vigas de madera. La vivienda carecía de suministro eléctrico y acumulaba gran cantidad de residuos, prendas y objetos de deshecho, porque la víctima sufría síndrome de Diógenes, según fuentes de la Policía Nacional.

Investigación

La Brigada de la Científica abrió una investigación para determinar las causas. Los agentes no han podido acceder a la edificación hasta que se garantice la estabilidad de la estructura, que corría riesgo de derrumbarse. Estaba previsto que hoy entraran, aprovechando la luz natural, para la primera inspección ocular. Los profesionales de extinción sofocaron las llamas, evitaron que se propagaran a las viviendas más próximas, deshabitadas, y también se encargaron de retirar el cuerpo calcinado del sexagenario, que habría quedado atrapado en la primera planta de la casa y fue encontrado en el suelo tras ceder la estructura interior. El levantamiento del cadáver tuvo lugar en torno a las 13 horas.

Las labores del operativo de emergencia no fueron sencillas. Los bomberos realizaron un apuntalado de urgencia para poder recuperar el cuerpo, tratando de dejar intacta la escena de la vivienda calcinada para que la policía lleve a cabo su investigación. En el operativo trabajaron dos turnos del parque de bomberos.

Los dos hermanos son naturales de Lugo y llevaban viviendo en la casa ocupada de O Polvorín unos 7 años. Entre los vecinos había distintas opiniones sobre la relación de convivencia que mantenían en la zona, aunque la vivienda se encontraba en situaciones precarias por la basura acumulada en el interior. El fallecido tenía antecedentes policiales por robos y atentado a agentes de la autoridad.