Una banda muy activa que acaba de ser desarticulada. La Guardia Civil de Pontevedra ha detenido a siete presuntos miembros de un grupo al que se atribuyen casi 40 robos y hurtos en viviendas, la mayoría perpetrados en municipios del sur de Pontevedra, aunque también actuaron en A Coruña y Lugo. Una mujer de 34 años gitana, etnia a la que pertenecen la mayoría de arrestados, está considerada como la "principal dinamizadora" de la organización: de hecho ella y otro de los presuntos responsables, que hacía ostentación de un alto nivel de vida alojándose de hotel en hotel en distintos puntos de la provincia pontevedresa, se encuentran ya en prisión provisional. Una de las peculiaridades de estos detenidos es que son viejos conocidos de la Benemérita que, pese a sucesivos golpes policiales, han logrado reorganizarse y seguir con su actividad delictiva. La mayoría integraban una banda ya desmantelada en 2013 por asaltar 22 casas y de nuevo algunos de éstos cayeron en otro operativo también por robos en 2015.

La que se ha bautizado como Operación Calisto, desarrollada por la Policía Judicial de la Comandancia pontevedresa, tuvo dos fases. Tras arrancar las indagaciones en mayo, en agosto eran detenidas tres personas y, con ello, se esclarecían 15 robos en viviendas todas ellas de la zona sur de Pontevedra: concretamente de Pazos de Borbén, Soutomaior, Arcade, Fornelos de Montes, Mos y Pontesampaio. Tras quedar en libertad provisional, estos arrestados retomaron los robos, lo que llevó a los agentes a reactivar el operativo en una segunda fase que concluyó esta semana con la detención de siete personas, entre ellas las tres que habían caído en agosto. Se resolvieron otra veintena de robos. La mayoría fueron cometidos también en Pontevedra -en Redondela, Ponteareas, Mondariz, Salvaterra, A Cañiza, Mos, Cotobade, Meis y A Lama-, aunque también en Lugo -Begonte y Chantada- y en A Coruña -Fene-.

¿Cuál era el modus operandi? La forma de actuar del grupo, que se movía generalmente en dos turismos y una furgoneta, se basaba fundamentalmente en realizar una discreta vigilancia de los domicilios y un seguimiento de los movimientos y costumbres de sus moradores. Su medio habitual eran las zonas rurales y agrícolas: actuaban los días en los que veían más posibilidades de que los dueños de las casas se ausentasen para hacer labores en el campo, dejando las llaves muchas veces en la puerta. Aunque en la mayoría de las ocasiones efectivamente se encontraron con la vivienda vacía, otras veces se vieron sorprendidos y, según informa la Guardia Civil, "reaccionaron de forma violenta" contra los habitantes de los domicilios. Dinero en efectivo y joyas era el botín que más buscaban.

En Cedeira

La presunta cabecilla es Y.G.G., vecina de Poio de 34 años para la que ayer el juzgado de Instrucción de Ponteareas que se hizo cargo de las diligencias decretó prisión preventiva. Esta mujer fue detenida este lunes en la parroquia redondelana de Cedeira junto a J.C.R., de 73 años y residente en Vilaboa, que también pasó a disposición este miércoles, pero quedó en libertad. Fueron sorprendidos prácticamente in fraganti al salir de una casa en la que no obtuvieron botín alguno. Antes ya habían entrado en otras viviendas.

Otro de los considerados principales responsables del grupo es P.R.B., de 38 años, que ya está en prisión desde agosto por una orden de búsqueda de un juzgado de A Coruña por robos en esa provincia. Vivía de forma itinerante y permitiéndose lujos en hoteles pontevedreses. En uno de ellos, en Pontecaldelas, fue donde lo arrestaron. Los restantes apresados ya quedaron en libertad en sede policial con obligación de comparecer en el juzgado. Se trata de S.J.G., de 21 años y de Poio; B.M.G., de 34 y de Vigo; G.M.G., de 38 años y con residencia en Redondela y M.A.G.M., de la misma edad pero de Vilaboa.