Un artefacto explosivo localizado ayer en O Grove causó momentos de tensión e incertidumbre, sobre todo cuando se obligó al desalojo del Acuario, una piscifactoría, una playa, un camping y otros establecimientos de hostelería cercanos.

Fueron alrededor de 500 las personas que tuvieron que alejarse momentáneamente del lugar, a la espera de que los Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Guardia Civil provocaran una detonación controlada de la dinamita encontrada, que fue la opción finalmente elegida, cuando eran las 20.45 horas.

Se trataba de "unos pocos gramos de dinamita", según los agentes policiales. Eran restos que llevaban en el lugar muchos años, desde que se construyó la escollera. El viejo artefacto estaba metido entre las piedras y alguien lo encontró por casualidad, dando la voz de alarma.

Lo más probable es que esa dinamita quedara sin detonar en la propia cantera, cuando se extrajeron las piedras después trasladadas a este punto de O Grove para formar la citada escollera.

Los artificieros explicaron a FARO que no existía un peligro excesivo y que no era sencillo que el artefacto explotara por sí solo, pero de todos modos era preciso detonarlo para evitar problemas si alguien lo encontraba o en su manipulación.

El desalojo se ordenó, confesaron los Tedax, como medida preventiva, por si en la explosión controlada saltaban piedras que pudieran herir a alguien.

Los hechos ocurrieron en Punta Moreiras, uno de los espacios naturales y paisajísticos más visitados de O Grove.

Allí se encuentran el Museo de la Pesca y la Salazón, el Acuario O Grove, el Camping Moreiras -con una buena cantidad de bungalós y tiendas en el recinto-, una piscifactoría, una cafetería y un restaurante, además de algunas viviendas en las proximidades.

También está en ese entorno la playa de As Pipas, de bandera azul -aunque este año no la luzca-, además de existir una red de senderos muy frecuentada y localizarse la Aldea Marinera, formada por esculturas de piedra.

Puede decirse, por tanto, que en el momento en que se localizó el artefacto y hasta que se detonó había en Punta Moreiras miles de personas.

La expectación fue máxima, sobre todo cuando los usuarios del acuario y el camping tuvieron que abandonar las instalaciones a petición de los artificieros, que contaron para ello con la estrecha colaboración de la Policía Local de O Grove e incluso vigilantes de la cofradía de pescadores San Martiño, que actuaron tanto por tierra como por mar.

Una vez acordonada la zona y despejado el perímetro, para lo cual se dio un margen de tiempo suficiente, los agentes se encargaron de la detonación, que provocó un buen estruendo.

En cuanto esto sucedió los agentes dieron por totalmente controlada la situación y permitieron el realojo de los usuarios del camping, que volvió a funcionar con absoluta normalidad.

El acuario no lo hizo porque ya había cerrado sus puertas y era necesario revisar las instalaciones para ver el estado de los miles de animales que se encuentran en su interior.

La tranquilidad y profesionalidad de los Tedax de la Guardia Civil y la Policía Local de O Grove fue decisiva para mantener la calma entre las personas que tuvieron que ser desalojadas o se encontraban cerca del lugar de los hechos.