La petición realizada por un empresario madrileño de la construcción, con inversiones en Bulgaria, de hacer una fiesta sexual con menores de edad propició la investigación del Grupo de Trata de Seres Humanos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se ha saldado con la detención de nueve personas, de las cuales cinco ingresaron en prisión -entre las que se encuentran los dueños del club Dorado Plaza de O Barco- y cuatro quedaron en libertad, en calidad de investigados.

Estos datos fueron aportados ayer por el alférez Félix, además de explicar que todas las víctimas eran españolas y menores de edad, de entre 16 y 17 años. Desveló que las chicas estaban pasando por un momento "bajo de moral" y les ofrecieron un trabajo en la hostelería que ellas aceptaron, con una remuneración de 5.000 euros al mes.

Fuentes de la Guardia Civil destacaron, en el programa de Ana Rosa, que se trata de adolescentes con familias "totalmente normales, con estabilidad total", "para nada desestructuradas", que se encuentran en un mal momento por problemas con la pareja o discusiones con los padres.

La Guardia Civil ha detectado a cinco menores de edad que fueron captadas en Huelva por dos veinteañeros enganchados a la cocaína, que les ofrecieron un trabajo muy bien remunerado en Madrid. Una de ellas sufrió un abuso sexual durante el traslado. A las menores les suministraban drogas, para vencer su resistencia a que mantuvieran relaciones sexuales con personas mayores.

Fuentes de la Guardia Civil detallan que el empresario madrileño "fue detenido en su momento", aunque luego quedó en libertad, como investigado.