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Juicio por robo violento, agresión y abusos sexuales

Dos víctimas del motorista que afronta 8 años por abusos en Vigo le siguieron e identificaron

Se lo encontraron días después de denunciar los tocamientos -Una fotografió la moto y otra le cruzó el coche

La decidida actuación de dos de las víctimas permitió a la Policía Nacional la localización e identificación de un motorista que abordaba en Vigo a mujeres jóvenes desde un ciclomotor negro, con casco y ropa del mismo color. El joven se sentó ayer en el banquillo de los acusados del juzgado vigués de Penal 3 acusado de agresión y abusos sexuales, así como de robo violento y falsedad. El fiscal solicita penas que suman 8 años y 3 meses de prisión para el joven, que negó su participación en los hechos durante el juicio, si bien dos de las tres afectadas lo reconocieron sin ningún género de duda.

Y es que ambas, por separado, volvieron a encontrárselo por la zona de Coia después de sufrir sus tocamientos libidinosos. Una consiguió fotografiar la moto y la matrícula, aunque según su relato él trató de evitarlo; la otra estaba en su coche cuando fue testigo de como el motorista elegía nueva víctima e iba a por ella, sabía que escaparía por el paso de peatones y allí se le cruzó. Tras la colisión el joven huyó en su ciclomotor. Ayer preguntaba si podía reclamar los daños de su vehículo.

La primera de las víctimas en declarar lo hizo tras un biombo al tratarse de una menor de edad. Visiblemente afectada, respondió de forma parca a preguntas del fiscal y de la defensa que el 19 de febrero de 2015, cuando regresaba del colegio a su casa al mediodía, un motorista entró por dirección prohibida en la calle y la alcanzó en el portal, la arrastró por el brazo al ascensor y mientras con una pierna impedía que la puerta se cerrase la sujetó y le tocó "todo el cuerpo" pro encima de la ropa, pechos incluidos. Al tratar de impedirlo y echar el cuerpo hacia adelante, el joven intentó bajarle el pantalón llegando a tocarle los genitales. Antes de irse le arrancó de la mano el teléfono móvil que llevaba la niña de 13 años de edad.

Aunque no pudo reconocer en la sala al acusado, pues la abordó por detrás y llevaba puesto un casco que le "cubría el rostro", en la denuncia que presentaron sus padres describió a su asaltante como algo más alto que ella, joven de entre 20 y 30 años y de raza blanca. También apuntó que le parecía más corpulento que el joven sentado en el banquillo.

La declaración de la segunda de las víctimas fue más contundente. Sin ninguna duda reconoció al acusado como el motorista que le tocó el pecho. "Es ese", lo señaló en la sala. Añadió que "yo iba andando cargada con bolsas. Una moto se metió por la acera, me aparté para dejarla pasar y el motorista me tocó un pecho. Iba a tocar el otro pero di un manotazo. Me miró, se rió y aceleró". Le vio la cara porque llevaba "un casco de bacinilla". Cuatro días después se lo encontró en la misma moto. Lo siguió con su coche y cuando paró delante de un edificio y se bajó con una bolsa, como si fuese un repartidor, se acercó para fotografiar el ciclomotor. Entonces, según declaró ayer, él apareció y se puso delante para evitarlo: "Ahí no pude contenerme, le dije no me toques que te reviento". La foto salió movida, pero semanas después logró una fotografía clara.

Ya en el mes de octubre, en la Avenida de Castrelos, otra mujer fue víctima del motorista. "Subió a la acera con la moto, le vi perfectamente porque el casco era semiintegral. Me retiré para dejarle paso y entonces me tocó el pecho y huyó". Días después esta víctima estaba con su coche ante un semáforo en rojo y volvió a verlo: "Hizo la misma maniobra con la moto y vi como elegía víctima con la mirada. Sabía lo que iba a hacer y puse mi coche en el paso de peatones para que no escapara, pero lo hizo".

La denuncia falsa del robo de la matrícula, otra prueba en contra

  • El acusado negó en su declaración todos los hechos que se le imputan. Explicó que trabajaba como repartidor para dos restaurantes y pro eso iba a Coia. "Tengo novia desde hace 3 años y hago vida normal", aseveró. En cuanto al teléfono robado a la menor, que estaba en su poder y utilizaba, afirmó que se lo facilitó un tal Christian con quien ha estado implicado en otras causas judiciales.También manifestó que prestaba la moto a sus amigos, en ocasiones varios días. Pero el fiscal esgrimió otra prueba en su contra: el 27 de abril denunció que le habían robado el guardabarros y la matrícula del ciclomotor. Las diligencias fueron archivadas por el juzgado dos días después. El Ministerio Público sostiene que se trata de una denuncia falsa para impedir su identificación sabiendo que alguien podía reconocer la matrícula del ciclomotor.

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