La violencia de género sacudía el pasado año con especial fuerza a la provincia de Pontevedra. Uno de los crímenes se registró en Arbo, donde Arturo Domínguez Sebastiá, de 38 años de edad y vecino de Padrenda (Ourense), mató supuestamente a su expareja, Beatriz Rodríguez Mariño, y al novio de ella, Sergio Rodríguez Fernández, de disparos de escopeta. A punto de cumplirse un año desde aquel caso -los cuerpos de los dos jóvenes fueron hallados el 3 de julio de 2015 en el interior de un coche-, lo que sí ya se ha determinado es que el imputado será juzgado por un jurado popular. De hecho, como se establece en los procedimientos que corresponden al Tribunal de Jurado, ya se celebró, este pasado mayo, la comparecencia judicial para trasladar las imputaciones al hombre. La Fiscalía y las acusaciones particulares le atribuyeron la presunta autoría de dos delitos de asesinato, lo que fue ratificado por la juez instructora. La defensa, mientras tanto, insiste, como hizo desde un principio, que se cliente es inocente.

El caso lo dirige el Juzgado de Instrucción 1 de Ponteareas y ahora se está a la espera de que Fiscalía y las demás partes personadas elaboren sus escritos de calificación, paso previo a la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Pontevedra. Las familias de las víctimas ejercen la acusación particular en el proceso y la Xunta, la acusación popular.

Casi un año en prisión

Arturo Domínguez se encuentra en prisión provisional desde el 6 de julio de 2015. Miguel Meleiro, abogado del imputado, reitera que su cliente no participó en los crímenes y que no existen pruebas ni indicios contra él. Todas las solicitudes de puesta en libertad que formuló a lo largo de todo este año fueron denegadas.

El crimen de Beatriz y Sergio, que conmocionó a toda la localidad de Arbo, se cometió en un lugar adentrado del Monte de A Telleira, de madrugada. La pareja no tuvo posibilidad de huir del ataque. En el registro en la vivienda del investigado tras su arresto, la Guardia Civil revisó escopetas y cartuchos que tenía en su poder -Arturo Domínguez es muy aficionado a la caza-. El presunto autor de los crímenes tenía una hija en común con la fallecida.