Manuel D.G., de unos 38 años, se quitó presuntamente la vida sobre las 15.15 horas de ayer en plena calle con una escopeta de cartuchos, a apenas 50 metros de distancia del recinto festivo en el que se celebraba la Festa do Viño Tinto do Salnés, en Barrantes, donde a esa hora había cientos de personas. El fallecido estaba casado y tenía un hijo de corta edad. Aunque residía en esa localidad, en el edificio en cuya acera supuestamente se mató, era natural de Vilariño, en Cambados. Trabajó como camionero, aunque ya llevaba algún tiempo en paro.

La principal hipótesis es el suicidio. Todo sucedió cerca de la entrada a un bar, aunque parece ser que no hubo testigos directos del disparo. En ese momento en el establecimiento solo estaban una camarera y un cliente, que salieron alertados al exterior por la detonación. Fue entonces cuando vieron al hombre en el suelo, sobre un gran charco de sangre. Los sanitarios ya no pudieron hacer nada por salvar su vida.

La Guardia Civil acordonó la calle, mientras expertos de la Policía Científica tomaban pruebas. La programación festiva se mantuvo, aunque el alcalde, David Castro, lamentó lo sucedido: "Es una noticia muy triste y trasladamos nuestro pésame más sincero a la familia".