La Audiencia de Oviedo celebró ayer la segunda jornada por el asesinato a tiros de Francisco Jiménez, "El Nano" en Avilés hace tres años. Si en la primera jornada, como informó FARO DE VIGO, declararon el acusado del crimen, Floreano H.C.; su hermano Mariano que le ayudó a huir y Luis G.C., tío de su mujer, que le ocultó en el poblado gitano de Xinzo de Limia en Ourense, ayer fue el turno de tres testigos protegidos y de una decena de agentes de la Policía Nacional que siguieron su pista, escucharon sus conversiones y procedieron a sus arresto en un operativo especial que desplegó un centenar de agentes con el apoyo de un helicóptero en el poblado del Cepetal. "Hubiéramos usado un tanque si nos hubiera hecho falta", aseveró uno de los policías.

Los agentes confirmaron lo que había dicho el acusado al tribunal, que huyó a Galicia y se escondió con la familia de su esposa por miedo a la venganza de la familia del difunto, perteneciente a un conocido clan gitano asturiano. Las escuchas telefónicas permitieron localizarlo en Ourense y descubrir las amenazas de la otra familia. Los agentes explicaron que intervinieron media docena de armas y mucha munición en el registro del poblado, entre las que encontraron el arma que se utilizó en el crimen. Un policía resaltó que previsiblemente eran para defenderse de un posible ataque del otro clan, pues no las esgrimieron contra ellos cuando fueron a detenerle y el arresto de practicó sin agresividad.

No obstante el operativo se desarrolló en tres frente: un grupo de agentes se dirigió a la casa del tío Luis, donde tuvieron que identificar a una veintena de personas, entre niños y mayores, a los que pidieron que abandonaran la vivienda; otro equipo se centró en el mercadillo y el tercero en controlar la zona. Cuando llegaron a casa de Luis G.C., los policías vieron salir corriendo a dos mujeres con una especie de trapo que ocultaron en los matorrales, según declararon ayer ante el tribunal.

Dado que Floreano H.D. carecía hasta entonces de antecedentes, la única foto que tenían era la de su documentación, pero parecía que no estaba la vivienda, no eran capaces de identificarlo ... Hasta que un agente se fijó en un hombre, con cabeza y cejas rapadas, bien afeitado, cuya mirada huidiza despertó sus sospechas: era Floreano que camb´.

Los agentes explicaron que entonces el acusado se entregó, no opuso resistencia. Entregó las armas, al igual que un hijo del tío Luis y las mujeres a las que vieron abandonar la vivienda regresaron portando también otras armas de fuego que entregaron a las fuerzas de seguridad.

Floreano, acusado de acabar con la vida de "El Nano" en la avenida de Los Telares de Avilés tras descerrajarle una decena de disparos en plena calle, sostiene que lo hizo para defender a su hijo menor. El fiscal pide para él 19 años de prisión y 20 de destierro, que la acusación particular eleva a 20. Para los otros dos acusados piden 4 años .