El Concello de Redondela aconsejó ayer por la tarde a los vecinos que permaneciesen en sus domicilios con las puertas y ventanas cerradas ante la evolución de la nube supuestamente "tóxica" que generó el incendio de Fandicosta. Previamente el 112 lanzaba esa recomendación preventiva, incluyendo el uso de paños húmedos para evitar filtraciones dentro de las casas, y la hacía extensiva a los municipios de Soutomaior y Vilaboa.

Pese a la alarma generada, efectivos del SEIS (Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento, antes Grumir) de Redondela pudieron comprobar mediante un explosímetro que el humo, a pesar del olor a plástico quemado, no contenía elementos peligrosos para la salud. Algunos vecinos se quejaron de picor en los ojos y otros que caminaban por la calle se tapaban la boca y la nariz en los momentos de máxima intensidad del incendio.

El viento vespertino arrastró la gran humareda de Fandicosta ría adentro, si bien por la altura que alcanzó no se sentía apenas en las zonas más pobladas, la villa de Redondela y Arcade. Sí se vio cómo penetraba por Cesantes y se acumulaba en zonas altas, en las parroquias redondelanas de O Viso, Ventosela y Reboreda, así como en los valles de Alxán y Moreira, ya en Soutomaior, y en dirección a Pazos de Borbén.

La Policía Local se desplazó a las zonas con más humareda para aconsejar a los vecinos las medidas de precaución.

El incendio causó también un enorme atasco a lo largo de la N-552, debido al corte del puente de Rande y el obligado desvío de los vehículos que circulaban por la AP-9 en dirección a Pontevedra y O Morrazo por la salida de Cabanas, donde se levantó el peaje. De camino, cientos de curiosos veían y fotografiaban el siniestro.