Intentaban que el alboroto de unos clientes no perturbara al resto y terminaron agredidos brutalmente. Una empleada buscó refugio encerrándose en la cocina, detrás de sillas y mesas. Los hosteleros, padre e hijo, y un empleado -que llegó a quedar inconsciente- recibieron una paliza con sus consecuencias penales. Los cuatro presuntos autores irán a juicio en 2016 y se enfrentarán, cada uno, a penas de prisión. La Fiscalía pide entre 6 y 8 años entre rejas para cuatro varones de etnia gitana. Los hechos ocurrieron hace casi un año en el bar "Lusco e Fusco" de Verín, inaugurado poco tiempo antes.

El ministerio público ve materia para una condena por delitos de lesiones. En el banquillo se sentarán M. S. S., A. F. S. R., J. S. R. y C. R. M. El último se expone a la pena más alta ya que es reincidente por una anterior condena por lesiones.

Los individuos son encausados ahora por el suceso que tuvo lugar el 12 de enero de 2015 en el establecimiento. Según la versión de los denunciantes que acoge la Fiscalía, los sospechosos entraron en el local y comenzaron a dar puñetazos y golpes con vasos y botellas en la barra del bar. Uno de los responsables del local les llamó la atención y lejos de calmarse, supuestamente los individuos elevaron la tensión. Los acusados acabaron agrediendo a las víctimas. Además de cárcel, la Fiscalía también pide que no puedan aproximarse al bar en cinco años.