Pocas personas se arriesgan a hacerse con bienes de los grandes narcos y la subasta convocada por la Autoridad Portuaria de A Coruña para adjudicar la gran planeadora de alta velocidad incautada hace casi un años al narcotraficante cambadés Rafael Bugallo Piñeiro, " O Mulo", es buen ejemplo. La puja quedó desierta ya que nadie ofertó los 127.500 euros en los que se tasó, pese a que la cantidad es muy inferior a su valor.

La embarcación, de 20 metros de eslora y con 2.000 CV de potencia, había sido camuflada como un pesquero para trata de pasar desapercibida e ir al encuentro de los buques nodrizas. La gran lanzadera fue intervenida en una nave de la localidad coruñesa de Cabana de Bergantiños el pasado mes de enero cuando se frustró la entrada en el mercado ilegal de 1.500 kilos de cocaína que transportaba el pesquero Coralia I.

La planeadora había sido disfrazada de pesquero, ya que tenía un puente de mando, aparejos y salvavidas ficticios que habían sido fabricados con madera y fibra de vidrio, mientras que el interior estaba vacío con el fin de alojar la droga y miles de litros de combustible.

La desarticulación del grupo de Rafael Bugallo en aquella operación permitió descubrir que los Urabeños, un grupo paramilitar colombiano, se había asentado en Vilagarcía de Arousa, donde montó "oficina" para fletar grandes alijos de cocaína a España en los barcos de "O Mulo".

Rafael Bugallo, que tres veces se salvó de morir asesinado, está pendiente de otro juicio como cabecilla de un alijo anterior de drogas por el que la Fiscalía pide penas que suman 226 años de prisión para la organización. Cuando fue localizado por la Policía se ocultaba en un zulo en su dormitorio.

Las pujas de bienes de los narcotraficantes gallegos no suelen tener excesivos postores. El pasado mes de noviembre hubo una subasta en el Hotel Wellington de Madrid donde casi la mitad de las propiedades fueron adjudicadas con una rebaja del 40% de su tasación. Sin embargo, algunos lotes no tuvieron comprador a pesar de estar con un 30% de rebaja del precio de la subasta anterior. Estas últimas propiedades pertenecían a los conocidos narcotraficantes: Laureano Oubiña, el desaparecido José Antonio Pouso Rivas, "Pelopincho", o al matrimonio de Guillermo Abalo Maneiro y Mercedes Iglesias.