Los delitos contra la libertad sexual se han disparado en el último año en la provincia de Pontevedra, a tenor de los datos que recoge la última memoria de la Fiscalía que se refiere a 2014. Este tipo de delitos han crecido un 45% respecto al ejercicio anterior al contabilizarse 255 causas frente a las 172 denuncias de 2013. Hay 124 diligencias abiertas por agresión sexual, 108 pro abusos sexuales y 23 por acoso sexual. Entre los hechos denunciados se incluye un caso de violación, 19 de exhibicionismo y provocación, 13 casos y un sumario por abusos sexuales a menores con engaño, 5 diligencias previas pro prostitución de menores e incapaces, así como varias causas por utilización de menores para fines pornográficos y distribución de material pedófilo.

La situación de estos delitos, de gran trascendencia social y generadores de gran inquietud, ha llevado a la Fiscalía de Pontevedra a proponer un protocolo investigador de carácter provincial para evitar en las víctimas que padezcan también un fenómeno de victimización secundaria como consecuencia de malas praxis en la tramitación de los procesos judiciales.

El uso de medios tecnológicos destaca en la corrupción de menores y en la distribución de pornografía infantil, pero de forma especial en los delitos contra la intimidad o la integridad moral con la publicación de fotos y vídeos de parejas o exparejas desnudos o en ligeros de ropa en las redes sociales con el único fin de hacerles daño. Una situación en la que se han visto también implicados adolescentes.

Un hombre publicó la foto de su expareja desnuda en una página web bajo el reclamo "Neko Busca Fiesta: Busco líos y sex. Sin compromisos, No tengo internet. Whatsapeame. edad 18 años". Otro joven, militar de profesión, llegó a una pena de conformidad pro calumnias con publicidad tras participar en un chat público de una página de contactos de contenido erótico-pornográfico y para degradar a su expareja insertó su teléfono y su nombre, lo que propició que la joven recibiera multitud de llamadas solicitando favores sexuales, lo que la llevó a precisar tratamiento médico.

Pero jueces, forenses y psicólogos también han sido víctimas en las redes sociales. Ellos centraron las críticas de la madre de una menor a la que se había retirado la custodia de su hija en Vigo. A través de una web se distribuyó un texto redactado por ella en el que acusaba de corrupción y prevaricación a quienes acordaron el ingreso de la menor en un centro tutelado, asegurando que se intentaba tapar un delito muy grave de abusos sexuales. Entre las frases vertidas figuraba; "la juez está comprada, vaya elemento". Logró la difusión del texto y la participación de terceros en foros. La Fiscalía también investigó el año pasado el caso de una menor víctima de un hombre que colgó en un perfil de Facebook una foto de ella desnuda con sus datos de identidad.

En la actualidad un juzgado de Vigo tramita unas diligencias por posible utilización de menores para la elaboración de material pornográfico y difusión del mismo a través de Twitter.