La Audiencia de Pontevedra acogió ayer la primera jornada del juicio que se sigue contra una pareja de O Morrazo acusada de un delito continuado de agresión sexual contra dos de sus hijas menores (una de ellas es solo hija de la madre y la otra lo es de ambos, según aclaró ayer el TSXG). Los hechos se remontan a los años 2008 y 2009. La mayor contaba solo con 11 años y la menor ni tan siquiera había cumplido 10. Los dos acusados se enfrentan a penas que suman 30 años de prisión cada uno, según el escrito del fiscal.

Ayer, para proteger la intimidad de las menores, el juicio se celebró a puerta cerrada. Cabe recordar que la pareja tenía cuatro niños y que la Xunta asumió la tutela de los mismos en 2009. De hecho, en 2012 la administración acordó suspender las visitas que los procesados venían manteniendo a sus hijos, evitándose cualquier contacto con ellos. Además de dos delitos continuados de agresión sexual, el fiscal les imputa un presunto delito de obstrucción a la Justicia por amedrentar a una de ellas para que mintiese en un juicio anterior contra el acusado por maltrato, explicó el TSXG.

Ayer, la fiscal pidió que la declaración de las menores se realizara por videoconferencia para evitar el contacto visual con los presuntos agresores, frente a la petición de las defensas para que compareciesen en persona en la sala. Los magistrados aceptaron que declarasen por medios telemáticos. Ambos procesados, cuyas defensas rechazan el escrito de acusación del fiscal, permanecen en prisión preventiva por estos hechos desde septiembre de 2013. Según la acusación, el acusado (F. J.B.R.) habría agredido sexualmente a las menores con la connivencia de la mujer. Los cuatro menores viven ahora con una familia de acogida.