Los tres porriñeses, dos hombres y una mujer, J.R.S., R.G.D. y O.G.R. , que el pasado viernes atracaron armados el restaurante Castro, en Porriño, tras disparar al techo minutos antes de medianoche, están desde ayer en la cárcel de A Lama. El juez de guardia los envió a prisión acusados de dos presuntos delitos de robo con violencia y tenencia ilícita de armas.

Para dos de ellos el robo se consideraría en grado de tentativa, ya que al ser detenidos inmediatamente después del atraco no pudieron llegar a hacerse con el dinero, mientras que para el tercero, que llevaría el botín, se consideraría un robo consumado. No obstante, hasta ahora las fuerzas de seguridad que intervinieron en las detenciones, Guardia Civil y Policía Local de Porriño, solo pudieron recuperar alrededor de 160 euros del botín de 1.010 euros que se llevaron los asaltantes del restaurante: 800 euros de la caja registradora y 210 euros de los clientes que se encontraban en el interior del local.

Según fuentes próximas a la investigación, los tres atracadores están relacionados con el consumo habitual de drogas y cuentan con amplios antecedentes policiales, algunos de ellos relacionados con robos anteriores y, al menos, uno de los atracadores, incluso, habría estado implicado en un suceso anterior con uso de armas.

Durante la persecución por parte de la Policía Local a los atracadores por las fincas de A Gulpilleira, una vez que estos abandonaron el restaurante, el asaltante J.R.S. se habría escondido aprovechando la oscuridad y una vez que lo rebasó corriendo uno de los agentes persiguiendo a sus compañeros, le disparó por la espalda, no obstante, al apretar el gatillo se dio cuenta de que su arma era de gas y gritó: "Mierda esto no dispara". Fue entonces cuando el policía porriñés se dio la vuelta y apuntándole le ordenó que tirase el arma falsa y también el cuchillo que llevaba, con el que también amenazó al agente.

En la rápida detención de los atracadores fue determinante que en las inmediaciones del restaurante se encontrase, segundos después del atraco, un coche camuflado de la Policía porriñesa que, de inmediato, persiguió a los atracadores.