La destreza del experimentado piloto Sergio Lloves Castro, de 50 años de edad, fue clave para evitar que el accidente que sufrió la avioneta que ayer se vio obligada a realizar un aterrizaje de emergencia en una zona de monte en Barro no acabase en tragedia. El siniestro se saldó con cuatro personas heridas, tres de ellas de gravedad. El peor parado fue el propio piloto, Sergio Lloves, vecino de Redondela y padre del portero del Pontevedra Club de Fútbol quien tuvo que ser evacuado en helicóptero al Clínico de Santiago. Ayer permanecía ingresado en este centro sanitario y su pronóstico era reservado, aunque fuentes de su entorno indicaron que estaba "consciente y orientado" y su evolución era favorable.

Los otros tres heridos son Alberto Sánchez Alonso, de 43 años, vecino de Porriño y jefe de exportación de un cocedero de mejillones de Vilagarcía, ciudad en la que es muy conocido; Josefa Estévez Calvo, de 41 años, vecina de Porriño y pareja del anterior; y Beatriz R. M., de 52 años y vecina de Vigo. Los dos primeros fueron evacuados al Hospital Montecelo de Pontevedra para posteriormente ser evacuados al hospital Meixoeiro de Vigo. Su pronóstico era grave, debido a que presentaban traumatismos. De igual manera, Beatriz R. M. fue evacuada inicialmente al Hospital do Salnés, y después derivada a Povisa.

Los cuatro son amigos y viajaban en la avioneta privada, una Piper Arrow de la que es copropietario el piloto, en un viaje de ocio por las Rías Baixas. Partieron de Peinador a las 11.24 horas y el plan de vuelo consistía en un paseo a vista de pájaro por el litoral pontevedrés para regresar a Vigo a las 12.30 horas. Según la hipótesis que maneja la Guardia Civil a tenor del relato del propio piloto, a la media hora de vuelo notó una avería en el motor e intentó aterrizar en los descampados del polígono de Barro-Meis, sin éxito. Este primer intento por aterrizar en el polígono de Barro lo confirmó el propio piloto a sus allegados en el hospital. Instantes después realizó un aterrizaje de emergencia frenando la aeronave contra una zona de matorrales muy próxima a la autopista y un pequeño muro. Para hacerlo, el piloto tuvo que esquivar los árboles y la propia autopista, dado que la avioneta acabó en un desnivel de unos 10 metros por debajo de la AP-9, que discurre justo al lado. Finalmente, la aeronave se posó colisionando con su morro contra el muro de piedra y un árbol. El golpe fue violento pero la pericia del piloto evitó que fuera mucho mayor. El lugar del accidente está situado a la altura del kilómetro 119 de la AP-9, muy cerca del peaje de Curro.

Haz click para ampliar el gráfico

Obdulio Iglesias, uno de los copropietarios de la avioneta, explicaba ayer que la maniobra que efectuó Sergio Lloves fue "muy importante" para evitar que las consecuencias del siniestro fueran trágicas. Según él mismo les relató en el hospital, "hizo lo que se llama una maniobra de recogida, es decir, quitar toda la velocidad al avión para posarse a la menor posible", explicó.

También eligió la zona para hacer posar el avión, entre los árboles y esquivando la autopista, para frenar contra un pequeño muro de piedra que había visto. Según Iglesias, la maniobra pudo suponer bajar "de una velocidad de 180 kilómetros por hora que puede alcanzar esta avioneta a unos 70 o 60 kilómetros por hora" y minimizar así los riesgos del impacto. El choque a una velocidad de habría sido, probablemente, letal. El piloto también informó a la torre de control de que iba a tomar tierra en este punto para prevenirles y que enviaran medios, facilitando la rapidez de respuesta.

El espectacular dispositivo de rescate movilizó ambulancias, bomberos y personal del PAC de Vilagarcía, así como un helicóptero. La complicada operación para evacuar a los heridos se resolvió evacuándolos de la zona boscosa a la autopista, para lo que tuvieron que superar un desnivel de 10 metros con colaboración de los bomberos y un sistema de poleas que permitió izar las camillas.

Aviación Civil envió ayer desde Madrid una comisión de investigación para esclarecer el siniestro aéreo y la Delegación del Gobierno también informó de que la Guardia Civil abrió una investigación.