El asesinato de una adolescente italiana en 2010 llevó a la Policía a efectuar un análisis masivo de ADN que esta semana destapó no solo al presunto asesino sino un adulterio de hace 40 años, en un caso que apasiona a Italia. Cuatro años después del asesinato de Yara Gambirasio, la ciencia señala como presunto responsable a Massimo Giuseppe, un albañil de 44 años al que la investigación ha revelado como hijo ilegítimo de Giuseppe Guerinoni, un conductor de autobús fallecido en 1999. La protagonista ahora es la madre del albañil, que nunca pensó que su aventura extraconyugal saldría a la luz.