La Audiencia Provincial de A coruña ha condenado a 23 años de cárcel al toxicómano de 49 años de edad que mató a su vecina en Arteixo para robarle, hechos que ocurrieron el 1 de febrero de 2013. El procesado, con numerosos antecedentes penales por robos, atracó una sucursal bancaria de Arteixo tras degollar a la víctima, de 74 años, y, una vez que huyó con el botín, cogió un taxi hasta Ourense, donde fue detenido. El imputado acuchilló a su vecina porque pretendía apoderarse de la pensión que había cobrado minutos antes.

El tribunal sentenció al imputado -que entre 2002 y 2012 estuvo en la cárcel- por delito de homicidio en lugar de asesinato, tal y como solicitaban las acusaciones. El fiscal pedía una condena de 35 años de prisión. Los magistrados arguyen en la sentencia que no apreciaron alevosía, una de las agravantes necesarias para que el delito sea considerado asesinato. Así, insisten en que no quedó acreditado que el ataque fuese sorpresivo y que la víctima careciese de posibilidad de defensa. La mujer, según destacan los jueces, se percató de la presencia del homicida en el interior de su vivienda y se negó a entregarle el dinero que le exigía, por lo que forcejeó con él.

La fallecida presentaba heridas defensivas, sobre todo en las manos. El tribunal también descartó la alevosía por desvalimiento, ya que no consta que la afectada "estuviese debilitada, enferma grave o tuviese otro impedimento físico importante". El fallo judicial señala que el procesado tenía "voluntad de matar", algo que se deduce "claramente" de las "múltiples heridas causadas a la víctima en distintas partes del cuerpo, unas por golpes y otras por la utilización del cuchillo", el arma con la que la degolló.

Conocido

El condenado vio salir del banco a su vecina sobre las 11.00 horas del 1 de febrero de 2013 y la acompañó hasta su domicilio, situado en la avenida de Culleredo de Arteixo, mientras le pedía dinero. La mujer, según consta en la sentencia, no desconfió del procesado, ya que lo conocía desde hacía años porque eran vecinos de Loureda. Cuando entró en su casa, el imputado se marchó, pero regresó a los cinco minutos para exigirle que le entregase dinero. La fallecida tendía la ropa en la finca cuando vio entrar al acusado, pero se negó a entregarle dinero. En ese momento, el toxicómano la agarró y arrastró de un brazo hasta el interior de un alpendre, donde comenzó a golpearla con las manos hasta que la acuchilló y la mató.

Los jueces concluyeron que no quedó acreditado en el juicio que el imputado se llevase "el dinero de la cartera de los recados", tal y como sostuvieron las acusaciones, ni el importe de la pensión, ya que el hijo de la víctima encontró el sobre con el dinero cuando llegó a casa.

El sospechoso alegó que tenía el "mono", pero los jueces subrayan que no hay pruebas de que ese día tuviese el síndrome de abstinencia. No obstante, tuvieron en cuenta en las penas por el intento de robo en casa de su vecina y por el atraco al banco la atenuante de drogadicción, debido a que sufre "una cierta limitación en sus facultades por su dilatada adicción", pues consume drogas desde los 28 años.

El procesado, además de a 23 años de cárcel -13 por el asesinato, 6 por el atraco al banco y 4 por el intento de robo a la víctima- fue sentenciado a pagar una indemnización al hijo de la fallecida de 60.000 euros y a devolver al banco los 1.131 euros que sustrajo. Cuando fue localizado por la policía en Ourense tenía 42.370 euros en metálico y recibos de diversos establecimientos por valor de 163,82 euros, así como el justificante de pago de 40 euros del hotel en el que fue arrestado y de 30 euros de una comida.