El empresario cambrés secuestrado el pasado 18 de enero en Aranga y que permaneció cinco días retenido en un galpón de Lalín hasta que lo liberó la Guardia Civil prestó ayer declaración en el Juzgado de Betanzos. Visiblemente afectado, evitó hacer declaraciones a los medios, más allá de afirmar sentirse "muy mal". "Ha sido muy duro", murmuró al salir del juzgado.

Durante casi tres horas Abel Diéguez respondió a las preguntas de la juez y los abogados de los ocho detenidos por el secuestro, todos en prisión provisional. El maderista relató el calvario que vivió desde su rapto en una pista inhóspita de Aranga tras ser citado por uno de los arrestados con la excusa de venderle unos montes.

Su testimonio da fe de la falta de profesionalidad de los secuestradores, varios de ellos con antecedentes penales pero sin experiencia en raptos extorsivos y que tanto le amenazaban con "pegarle cuatro tiros" como le ofrecían pulpo y tortilla, le gastaban bromas y le contaban confidencias.

Tras citarlo para venderle un monte, cuatro hombres lo encañonaron, lo metieron a la fuerza en un coche y le golpearon hasta prácticamente "noquearlo". "Este non é", exclamó en un momento dado uno de los raptores, presuntamente Manuel, el hermano del cabecilla Jesús Mejuto. Éste, siempre según el relato del maderero, se volvió entonces hacía él y le espetó. "Esto no va contigo, va con tu hermano, pero viniste tú, así que te agarramos a ti". Entre los secuestradores se encontraba el hijo del cabecilla, un joven de 18 años que acababa de llegar de México. Le ataron de pies y manos, le golpearon con la culata de una de las armas. "Te vamos a matar hijo de la gran chingada", le amenazó uno.

Abel Diéguez logró abrir incluso el maletero e intentó atraer la atención de los viandantes sin éxito antes de ser descubierto. Ya en Palas de Rei, los secuestradores le tiraron a un sucio galpón, en el que permaneció atado y con la cara cubierta, y uno de ellos le preguntó: "¿Cuánto crees que cuesta tu vida?". No le dio tiempo ni a contestar: "Yo creo que 70.000 euros", se autorrespondió el supuesto cabecilla. Después le llevaron al galpón de Lalín donde fue rescatado.