Por mearse en la cama, cebolla de desayuno. Si volvía a suceder, humilladas y obligadas a ponerse las bragas sucias en la cabeza. Los castigos eran vejaciones, traspasaban todos los límites: niños de solo 7 años obligados a limpiar con lejía o a pasar de rodillas un día entero de cara a la pared. Los malos tratos fueron denigrantes. Una niña pasó una semana encerrada en su habitación y otra que vomitó fue forzada a comérselo, como castigo. Noemí Blanco Diéguez y V. F. V., educadoras en el centro ourensano de acogida de menores tutelados y en desamparo Lar, han sido condenadas en firme a una pena de prisión de 21 meses. Las dos cuidadoras no podrán ejercer profesión con menores durante el mismo periodo. La Audiencia de Ourense acaba de ratificar la sentencia por delitos de maltrato psíquico habitual y contra la integridad moral.

La decisión del tribunal ourensano es inferior a la petición de 3 años de cárcel formulada inicialmente por la Fiscalía de Ourense y ha resultado más favorable para Arturo Estévez Rodríguez, director del centro de acogida que fue clausurado tras destapar una chica acogida en 2008 las vejaciones. La Audiencia considera que la condena inicialmente impuesta al responsable del hogar de 15 meses de cárcel era excesiva. Los magistrados rebajan la pena al mínimo de 6 meses de prisión, con igual tiempo de inhabilitación, en un fallo que es firme y no admite recurso alguno.

El director, según ha quedado probado, denigró a dos menores y se le considera autor de un delito contra la integridad moral A una niña en tratamiento psicológico le llegó a manifestar que "como sigas así, tu futuro es la calle con las piernas abiertas", según la denuncia de la víctima que los jueces han considerado creíble. Arturo Estévez, con décadas de experiencia en la tutela y exvicepresidente de la Asociación Gallega de Centros de Menores (Agaceme), también intimidó a otro niño que, presa del miedo, se orinó encima después de que lo zarandeara rompiéndole la camiseta.

Las dos educadoras están obligadas a pagar 7.500 euros en total por las vejaciones sufridas por tres menores que estaban acogidos en "Hogar y Apoyo al menor Lar", una entidad con tres casas en toda Galicia que tenía sus instalaciones en la calle Casaio de Ourense. La Audiencia confirma la indemnización que debe pagar el director a la víctima: 1.000 euros.

La situación de malos tratos y vejaciones salió a la luz cuando una chica acogida destapó los deplorables episodios en el verano de 2008. Las dos condenadas llevaban trabajando en el centro apenas unas semanas, desde junio de 2008. Cuando en 2010 el caso saltó a la opinión pública la denunciante confesaba bajo anonimato a FARO: "Lo peor que viví le tocó a una niña que tenía problemas psíquicos y era muy nerviosa. Cuando le daba un ataque, la metían en una bañera con agua helada".