El contrato firmado entre la Consellería do Mar e Inaer para gestionar los servicios aéreos de Gardacostas establece que el tiempo máximo de respuesta de los helicópteros con los que cuenta la empresa adjudicataria -El Pesca 1, de Vigo, y el Pesca 2, que opera desde Viveiro (Lugo)- será de diez minutos "durante los 365 días del año". Esta cláusula se incumplió el pasado miércoles, cuando la aeronave de rescate de la base viguesa tardó 40 minutos en llegar al concello de Oia (Pontevedra) tras recibir el aviso de que una percebeira, Mercedes Veiga, había sido arrastrada al mar por una ola y que finalmente perdió la vida. La Xunta justifica esta tardanza -considerada como falta muy grave en el acuerdo- a la ausencia de guardia presencial en la base, debida a la falta de pilotos para cubrir esta servicio, que la Consellería considera una causa de fuerza mayor y, por lo tanto, exime a Inaer de cumplir. El contrato, al que pudo acceder este diario, fija que el incumplimiento de la cláusula dará lugar a la resolución del mismo y que, además, la empresa adjudicataria -en este caso, Inaer, la única que se presentó al concurso- deberá afrontar una sanción de 10.000 por no cumplir con lo pactado además de otros 10.000 por cada diez minutos que la aeronave tardase en llegar al lugar, por lo que la multa ascendería hasta 40.000 euros. A esa cantidad habría que sumarle otros 5.000 euros diarios que recoge el texto por "cualquier incumplimiento que afecte a la operatividad".

"El tiempo máximo de respuesta de ambos helicópteros -en este caso, el de Vigo- será de 10 minutos durante los 365 días del año", recoge el contrato. El incumpliento de esta cláusula, como ocurrió el pasado miércoles en Oia, supone la "resolución del contrato", por lo que la Consellería de Mar debería proceder a la suspensión del mismo. A pesar de ello, la titular del departamento, Rosa Quintana, no aclaró si exigirá responsabilidades a Inaer y no cuenta con resolver el acuerdo, debido a que los pilotos no ejercen las guardias presenciales en la base, sino que se encuentran en su casa, como guardia localizada, debido a una causa "de fuerza mayor": la falta de pilotos que adolece la adjudicataria .

Al menos dos profesionales abandonaron la empresa en los últimos meses, disconformes con las condiciones laborales, por lo que las bases aéreas de Gardacostas incumplen el mínimo de personal para poder prestar el servicio las 24 horas.