Brutal asalto en A Cañiza. Un matrimonio mayor de esta localidad pontevedresa fue víctima de una paliza en su domicilio por parte de un individuo o individuos desconocidos. Los primeros indicios apuntan a que el móvil de la agresión fue el robo, aunque todavía no se descarta ninguna otra hipótesis. El arma pudo ser una barra de hierro. Las víctimas fueron trasladadas en una ambulancia del 061 al Hospital Xeral de Vigo, donde al cierre de esta edición permanecían en la UCI en estado grave y sedadas, aunque estables. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer la autoría de los hechos y ayer por la noche todavía no se habían producido detenciones.

Los hechos ocurrieron poco después de las 21.00 horas del martes en la tranquila parroquia de Achas, en una casa situada frente a la casa cultural. José Pérez Álvarez, de 80 años, y Guadalupe Moure Bernal, de 77, se encontraban en su vivienda cuando uno o varios individuos entraron y les golpearon en repetidas ocasiones presuntamente con el objetivo de robar, posiblemente dinero de la pensión que intuían podía guardar el matrimonio. El hijo de la pareja, recién llegado de Barcelona, fue quien encontró a sus padres gravemente heridos: entró en el domicilio y encontró a ambos tirados en el hall, antes de la subida a las habitaciones, ensangrentados y sin conocimiento. Tras avisar a la Guardia Civil y a los servicios médicos, las víctimas fueron estabilizadas y trasladadas al hospital vigués.

Ambos recibieron los golpes en la cabeza, posiblemente con un objeto contundente y con mucha fuerza. De hecho, el equipo médico que los asistió en un primer momento y los trasladó pudo comprobar como la mujer tenía la cabeza hundida en el lado de la sien a causa de la agresión. Guadalupe Moure estaba inconsciente, mientras que José Moure presentaba en aquel momento un fuerte estado de shock y era incapaz de responder a lo que le hablaban.

Ningún vecino se enteró de lo ocurrido. Los más próximos se percataron de la presencia de una de las ambulancias cuando ya se retiraba. Ayer por la mañana todo era consternación en el lugar. Uno de los vecinos, José, relataba ayer que antes del asalto se acercó a la casa para preguntar al matrimonio si había agua, porque una obras de mantenimiento en la zona habían provocado una rotura. Esto ocurría aproximadamente una hora antes de que la pareja apareciera gravemente herida. La mujer posiblemente ya se habría acostado cuando ocurrió la agresión ya que estaba en pijama.

Al menos nueve agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, de Tui y Pontevedra, se trasladaron ayer a la vivienda, donde realizaron un registro y recabaron pruebas y huellas durante toda la jornada. Además de inspeccionar el interior de la casa, revisaron las zonas exteriores que rodean la finca.

El móvil más probable de la paliza parece ser el robo, aunque no se descartan otras hipótesis. La casa estaba bastante ordenada, a excepción de la parte baja, donde estaban los heridos: había revistas revueltas y desordenadas y objetos fuera de su lugar habitual.