Un jurado debe determinar si Serafín Pardiñas Pérez es el autor del incendio que el 4 de agosto de 200 –en plena oleada de fuegos forestales en Galicia– arrasó entre 8.000 y 14.000 hectáreas de monte en Cerdedo, Campo Lameiro, Cotobade y Pontevedra y acabó con la vida de dos vecinas de Vigo que circulaban por la N-541. El tribunal popular, sin embargo, se quedó ayer sin escuchar la versión del acusado, que se acogió a su derecho a no declarar en el juicio que comenzó en la Audiencia de Pontevedra.

La defensa solicitó la absolución al entender "no hay una sola prueba concluyente" contra su cliente. En frente se posicionan las tres acusaciones, que señalan a este vecino de Cerdedo de 57 años como la persona que, provista de un mechero, prendió fuego al monte en el lugar de Serrapio y provocó una catástrofe ambiental y una tragedia personal con la muerte de dos vecinas de Vigo, Celia Golmar y su hija Marisa Castro, de 75 y 40 años . Ambas circulaban en un Renault Megane cuando se vieron sorprendidas por el fuego en la N-541 a su paso por Cotobade.

Una de estas acusaciones es la que ejercen las hijas de las mujeres fallecidas. Su letrado solicita que imponga al acusado 25 años de prisión (15 por el delito de incendio con grave riesgo para la vida de las personas y cinco más por cada uno de los dos homicidios imprudentes que le imputa). Además, reclama una indemnización de 350.000 euros por la muerte de las dos víctimas. Fiscalía y Xunta rebajan la petición a 5 años de prisión por el delito de incendio agravado en concurso ideal con dos de homicidio imprudente. Reclaman 90.000 euros para las familias de las fallecidas y 263.160 euros para la Xunta por los gastos de extinción del fuego, que tardó nueve días en apagarse.

Con la negativa del acusado a declarar, el jurado solo escuchó ayer los alegatos de las partes y el testimonio de 4 testigos, vecinos del acusado, cuyas declaraciones sirvieron únicamente para trazar un perfil de Serafín, ya que ninguno lo vio el día en el que se inició el incendio.

Las acusaciones se centraron en poner de manifiesto los "rumores" que hablaban de una supuesta tendencia de Serafín a "limpiar" montes y fincas plantándoles fuego. Los testigos ratificaron esos rumores: "Cuando se veía arder una cuneta se decía que venía por ahí Pardiñas", señalaron, añadiendo también que el acusado, del que señalaron que tenía un problema de alcoholismo, nunca se lo dijo personalmente. La mayoría tampoco lo vio plantar nunca fuego: "La gente comenta muchas cosas pero no puedo decir si es verdad o mentira", dijo un testigo. Dos de ellos sí que reconocieron que lo observaron en alguna ocasión plantar fuego a rastrojos, pero en invierno, "con todo húmedo y cuando no hacía daño a nadie".

Escépticos

Hoy declarará una persona que, al menos en Instrucción, dijo haber visto al imputado en la zona del incendio. Pero los testigos de ayer se mostraron escépticos sobre el hecho de que Pardiñas fuera el autor: los 4 coinciden en que el incendio se originó en un punto no frecuentado por el acusado, lejos de su vivienda y en sentido opuesto a la ruta que solía hacer "de su casa al bar y del bar a su casa". El imputado actualmente subsiste en una casa cedida por una vecina y que acondicionó el Concello de Cerdedo.

La acusación particular, por otra parte, habló de posible negligencia de la administración a la hora de cortar la carretera N-541.