El letrado de Laureano Oubiña remitió ayer al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria un escrito muy crítico con la decisión de suspender a su patrocinado del disfrute de 18 días de permiso debido al supuesto hallazgo de un teléfono móvil en la celda de la prisión de Palencia en la que cumple condena de 17 años y 10 meses por tráfico de hachís.

La decisión, explica el abogado Enrique Trebolle, le fue comunicada oficialmente por Providencia del pasado 20 de febrero y por "comunicación verbal del interno", si bien los autos de suspensión del disfrute de es permiso son del 1 y 7 de febrero, respectivamente. El letrado entiende que este tipo de situaciones forman parte de un plan para retrasar el momento de la libertad condicional del "capo" arousano, prevista para el 17 de julio de 2012.

En su escrito, el letrado afirma que Oubiña, "desde su estancia ininterrumpida, desde noviembre de 2000, en prisión, ha sido tratado por Instituciones Penitenciarias de una forma discriminada, injusta y con sistemáticas vulneraciones de la legalidad vigente, por todos los estamentos intervinientes".

También aprovecha el letrado pare reiterar su crítica a la que considera elevada condena que le fue impuesta por tráfico de hachís –17 años y 10 meses–, equiparada a la mitad superior "de un delito de asesinato", lo que a su juicio es "la condena más severa del Estado español" por este tipo de hechos.

Pero también agrega que este interno "ha sido desplazado continuamente de cárcel en cárcel, hasta 12 prisiones, de modo que cuando adaptaba su cumplimiento a una prisión era trasladado a otra, brillando el llamado tratamiento penitenciario por su ausencia".

Trebolle hace hincapié ante el Juzgado en el hecho de que a Oubiña también "se le denegaron permisos de salida de forma sistemática hasta el mes de septiembre de 2011". A la vez subraya que se trata de un hecho inconcebible si se tiene en cuenta que "guarda una conducta intachable en prisión".

A pesar de ello, expone el letrado, su defendido permaneció siempre "en un módulo de presos conflictivos, en los que se encuentran 80 o 90 individuos,...al socaire de cualquier venganza, treta, trampa o delación interesada por parte de algún interno guiado por motivos espúreos".

A renglón seguido, el abogado insiste en que Oubiña debería encontrarse ya en una situación de preso de tercer grado con los beneficios que ello conlleva. Pero, por el contrario, dice, "tenemos conocimiento de que se intentó boicotear la situación de tercer grado aduciendo los responsables de la cárcel de Palencia a una sedicente conversación grabada (¿cómo es posible que un interno de tercer grado –de sección abierta– siga con sus comunicaciones intervenidas?) con un familiar directo, en una clara dinámica orientada a que este interno sea el prototipo en España de cumplimiento íntegro de una condena penal".

Agrega el abogado que ahora y "en la persecución del objetivo contemplado hace años, tratando denodadamente de transformar a Laureano Oubiña en el santo y seña del cumplimiento más negativo y adverso dirigido a un interno en los últimos años en las cárceles españolas, se traslada por la cárcel de Palencia al Juzgado el supuesto hallazgo de un teléfono móvil en la celda de este interno".