Dos desconocidos perpetraron ayer un espectacular atraco a punta de pistola en una sucursal de Novacaixagalicia ubicada en el número 62 de la Avenida de Vigo, en pleno casco urbano de Pontevedra, pero cerca de las principales vías de salida de la ciudad. Caracterizados con pelucas y barbas postizas lograron un botín de 22.000 euros. La Policía sospecha que contaban con el apoyo de un tercer individuo en el exterior y busca al grupo de ladrones.

El atraco se produjo sobre las ocho de la mañana. Uno de los empleados se disponía a abrir el establecimiento cuando dos personas, que lo estaban esperando, lo acometieron y lo intimidaron con una pistola para que les permitiese entrar en el local y les entregase el dinero.

Una vez dentro, los autores del robo, que iban caracterizados para ocultar su identidad, le amenazaron para que desconectarse la alarma y les entregase el dinero. Llevaban pelucas que simulaban pelo natural y uno de ellos ocultaba su rostro con una barba postiza, mientras que el otro lucía un bigote, al parecer, también de pega. Lograron hacerse con un botín que podría ascender a unos 22.000 euros, según los primeros cálculos, e inmediatamente huyeron del lugar del los hechos.

Pese a las amenazas de los atracadores al trabajador, la central de seguridad detectó la alarma y avisó sobre las 8.10 horas a la Policía Nacional de que se estaba produciendo un asalto. De inmediato se desplegó un dispositivo para cerrar las posibles vías de escape de la ciudad por parte de los ladrones, pero el operativo no dio resultados y los atracadores lograron esfumarse con el botín. El asalto se saldó sin que el trabajador sufriera daños físicos de ningún tipo.

El helicóptero "Ángel" de la Policía Nacional que realiza frecuentes visitas a Pontevedra de prevención de la delincuencia; se desplazó ayer a la capital para colaborar en las labores de rastreo de los asaltantes.

Durante toda la mañana la oficina bancaria permaneció cerrada. Desde primeras horas, efectivos de la Policía Científica peinaron la sucursal en la búsqueda de posibles huellas o vestigios, además de tomar declaración al cajero que fue amenazado por los asaltantes y estudiar las imágenes captadas por los sistemas de seguridad.

Una vez recibida la llamada de alarma en la Policía Nacional, varios coches patrullas cercaron las principales salidas de Pontevedra. Los agentes habían sido informados de las características físicas de los asaltantes. Aunque iban caracterizados, se conocían algunos detalles como que se trataba de dos personas jóvenes que se dirigieron al cajero en perfecto español.

Se cree que la elección de la sucursal asaltada no es fruto de la casualidad, sino de un plan perfectamente estudiado ya que pese a estar en el casco urbano, se encuentra situada muy cerca de la principal salida Sur de Pontevedra, muy cerca de las conexiones con la AP-9 y la carretera de Vigo, lo que facilita la huida con rapidez. Por el momento, se desconoce que medio emplearon los dos atracadores para escapar de la zona.