Recibió asistencia en la sanidad pública, tramitó documentación legal en España, registró a su hijo nacido en Galicia con apellidos falsos e incluso fue detenido en varias ocasiones sin despertar sospechas hasta que, hace dos meses, a raíz de la presentación de una denuncia por atropello, se descubrió que había construido toda una nueva vida con una identidad suplantada.

Como mínimo, lleva seis años –momento en el que inscribió a su hijo en el Registro Civil de Pontevedra– viviendo en la ciudad y haciéndose pasar por ciudadano español, según explican fuentes oficiales de la Policía Local, que tardó casi dos meses en aclarar su verdadera identidad.

En realidad, se trata de un ciudadano portugués de 47 años y que, a igual que a este lado de la frontera, también tiene antecedentes penales en su país de origen.

De acuerdo con la información facilitada por la Jefatura Local, el hombre denunció que había sido atropellado en la avenida de Buenos Aires de Pontevedra por un vehículo que se dio a la fuga. El suceso habría ocurrido en los últimos días de septiembre.

Los agentes que lo atendieron observaron un comportamiento extraño en el denunciante, que se identificó verbalmente –y sin aportar ningún documento de identidad– como ciudadano portugués. Dio su nombre y fecha de nacimiento, así como su actual dirección en la ciudad.

La Policía Local se puso en contacto con las fuerzas de seguridad del país vecino, que confirmaron que dicha persona existía. La sorpresa se produjo cuando, al recibir en Pontevedra el informe solicitado, los agentes comprobaron que los rasgos físicos de la persona cuya identidad correspondía a los datos aportados no coincidían con los del denunciante.

Con estos datos en la mano, la Policía vuelve a llamar a la presunta víctima del atropello que, en esta ocasión y ante las evidencias, facilita una segunda filiación. Realizadas las correspondientes averiguaciones, se comprueba que esta segunda identidad sí es la verdadera.

La Policía Local de Pontevedra ya ha remitido todas las diligencias del caso al juzgado de guardia para que se determine si el hombre puede ser autor de un posible delito de usurpación de estado civil, ya que ha asumido durante al menos seis años, los que tiene su hijo registrado, la personalidad de otro individuo.

A pesar de tener antecedentes penales en Portugal y de presentar documentación falsa en España en las ocasiones en las fue detenido, el individuo pudo construirse una nueva vida con una identidad falsa sin suscitar ningún tipo de sospechas.