La madre de Iago R.M., el niño de dos años que falleció por el ataque de un pit bull familiar en una vivienda de Pazos de Borbén hace una semana, había pedido ayuda para sacrificar al animal en un foro de Internet cuando todavía estaba embarazada. Bajo el título "Ayuda por favor", M.M.C. colgó un mensaje el 9 de marzo de 2008 en el que explicaba el temor a que el hijo que esperaba pudiera ser objeto en el futuro de un ataque del animal.

"Tengo un pit bull que he criado desde pequeño, más o menos desde que se destetó, y la verdad es que es un cielo con nosotros. Pero tengo un problema, con los niños pequeños es agresivo. A mi sobrino (previsiblemente el niño de cuatro años que con su hermano de 2 jugaban con el pequeño Iago cuando se produjo el ataque mortal en la finca de sus abuelos), ya le ha mordido dos veces y ahora que voy a tener un bebé no se como va a reaccionar. Mi única solución va a ser sacrificarlo y me duele muchísimo porque le tengo mucho aprecio... pero mi bebé es mucho más importante. Por favor ¿hay alguna otra solución? y en el caso de no encontrarla, ¿cómo podremos superar la pérdida?".

Apenas un minuto después de colgar la petición de ayuda comenzaron a llegar las respuestas. Los consejos pasaban por la búsqueda de profesionales, como adiestradores o etólogos por si debía cambiar ciertas pautas de educación con el pit bull, e incluso regalarlo antes de matarlo.

Una mujer, que había sacrificado a su pit bull, le aconsejó hacerlo: "Pueden haber sido avisos... pero cualquiera espera a que dejen de serlo! Un pequeñín indefenso puede estar en peligro. ¿Entiendes? El sufrimiento de tener que decidir si arriesgarte o pagar caro el no haberlo hecho es indescriptible, te lo aseguro, y ningún animal podrá ocupar jamás ese vacío que te deja haber tomado la decisión más importante de tu vida, pero no es tu vida, es tu hijo. Y ante tu propia sangre no exista nada más importante".

Otro indicaba que "la solución fácil sería la que dices (sacrificio), sin embargo si el perro solo presenta esos casos de agresividad con niños y no con adultos me parece que puede ser problema de mala educación y el perro se piensa que un niño pequeño es un juguete, porque si un pit bull agrede a un niño con todo su potencial, le arranca la oreja... o sea que más que agresión puede ser un "juego fuerte".

Otro aconsejaba no sacrificarlo, sino dárselo a alguien cercano que se lo cuidara para ir a verlo de vez en cuando, pero avisando del problema. "Ningún perro se merece morir por un problema que no se supo o no se pudo tratar.

Lo cierto es que el pequeño Iago nació poco después y convivió en un piso de Vigo con el pit bull hasta que hace tres o cuatro meses el perro fue trasladado a un cercado en casa de los abuelos maternos en Pazos de Borbén, donde hace una semana se desencadenó la tragedia. El animal sacó la cabeza entre los barrotes de madera, enganchó al pequeño y lo mató a dentelladas. Tras la muerte de su hijo, M.M.C. intentó quitarle la pistola a un gaurdia civil para pegarse un tiro.