Los nueve detenidos en el transcurso de la "Operación Vaneo", que permitió desarticular en 2006 una red de narcotraficantes que transportaban grandes cantidades de hachís entre Alicante y Pontevedra, reconocieron ayer que introducían unos 200 kilos de hachís a la semana, lo que permitió una rebaja en las penas que solicitaba inicialmente el fiscal Antidroga de Pontevedra.

Fruto del acuerdo de conformidad con la Fiscalía, el juez de lo Penal número 3 de Pontevedra condenó a Manuel Vilar Martínez, José Antonio Vilar Uría, Juan José Espinosa Gómez, Pablo Lage Riveiro, Luis Eduardo Betancourt Gómez y Francisco Luis Marciel Otero a una pena de tres años y tres meses de prisión; a Francisco Javier Pereira Barreiro y a Mustapha Othmane a tres años y un día de cárcel y a Aurelio Castro Varela a un año y medio.

Los ocho primeros deberán además pagar cada uno una cuantiosa multa que asciende a 1.018.000 euros, con un día de privación de libertad por cada 33.000 que dejen sin abonar. En el caso de Aurelio Castro Varela, a quien el fiscal considera que es el último eslabón de la cadena y que no integraba la organización sino que se limitaba a comprar el estupefaciente una vez en Pontevedra, la multa se queda en poco más de cinco mil euros.

Los acusados tan sólo descubrieron su rostro durante el juicio para dar su conformidad a la jueza con las penas que finalmente solicitaba el fiscal, reconociendo así los hechos que relata en su escrito de acusación en el que se señala que la organización llegó a mover una media de 200 kilos de hachís a la semana entre Alicante y Pontevedra. Para ello utilizaban dos furgonetas Mercedes "Vaneo" preparadas con un doble fondo en el que transportaban la droga. La sentencia, a la que dio lectura la titular del Penal Número 3 de Pontevedra, decreta el comiso de estas furgonetas, así como de otros dos vehículos que utilizaban los acusados como lanzadera en sus viajes entre Alicante y Galicia.

Los acusados guardaban la droga en un chalé de Campello-San Juan, en Alicante que consiguió para la organización Eduardo Arturo Betancourt Gómez y en el que custodiaba la droga Mustapha Othmane.

Manuel Vilar Martínez, José Antonio Vilar Uría, Juan José Espinosa y Pablo Lage se encargaban de transportar la droga hasta Pontevedra. Allí se la entregaban a Marciel Otero que la recibía en su domicilio de Raxó, en Poio. Esta persona también se hacía cargo de recaudar el dinero entre los compradores del hachís para pagarle a los valencianos. Tanto para la recogida de este dinero como para el posterior reparto de la droga se valía de la ayuda de su lugarteniente en Pontevedra, Francisco Javier Pereira Barreiro, vecino de Xeve.