La violencia de género ha vuelto a golpear a Galicia. Una mujer de 63 años, María Fraguela Martínez, murió en el municipio coruñés de Neda tras ser golpeada con un martillo y acuchillada en el cuello por su marido, de 74, quien después intentó quitarse la vida cortándose en la garganta en el mismo dormitorio donde todavía agonizaba la víctima. El presunto homicida, J.M.B., también hirió a su hija, de 35 años, golpeándola en la cabeza. El crimen podría responder a problemas económicos del hombre relacionados con la expropiación de una finca. La muerte de esta mujer es la tercera que que se produce en un mes en Galicia después de que María del Carmen Barcela, de 42 años, fuese estrangulada por su marido hace seis días en Portas y de que María del Rosario Peso falleciese en Ponte Caldelas a manos de su pareja Maximino Couto, que se suicidó en prisión. Y en lo que va de año ya son seis las mujeres fallecidas en la comunidad víctimas de la violencia machista.

El crimen de Neda se produjo en torno a las cinco y media de la madrugada, cuando la Guardia Civil recibió un aviso de agresión grave en un domicilio de la avenida de Algeciras. Los agentes que se trasladaron allí localizaron a la hija del agresor en el portal del edificio, con "severas lesiones" en la cabeza causadas por un objeto contundente, al parecer un martillo. Mientras una patrulla atendía a esta mujer, que fue quien alertó al 112, los otros agentes entraron en la casa y encontraron al presunto agresor junto a su esposa en la cama. La mujer presentaba lesiones graves en la cabeza y el cuello, supuestamente producidas por el martillo y un cuchillo, respectivamente, armas que se encontraban en la propia habitación. El cuchillo estaba todavía en manos del homicida.

Tras reducir al hombre, que presentaba un corte en la garganta ya que quiso quitarse la vida, los guardias civiles lograron arrebatarle el arma blanca y comprobaron que la víctima aún presentaba signos de vida. Sin embargo, los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por la vida de María Fraguela, que murió mientras era atendida en el domicilio.

Preocupación

En este caso no había denuncias de malos tratos previas. El alcalde de Neda, Ignacio Cabezón, que también es el responsable médico del centro de salud de la localidad, señaló que el agresor nunca había estado a tratamiento psiquiátrico, pero confirmó que hace una semana se le recetó un ansiolítico ante la "preocupación" que le había generado un proceso de expropiaciones. El regidor explicó que el hombre fue los últimos días al Concello "ansioso por la intervención de vivienda protegida que va a hacer la Xunta" ya que, al parecer, supondría la expropiación de una finca familiar.

El agresor permanece ingresado bajo custodia policial en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol "estable y sin riesgo vital", mientras que su hija fue trasladada al Complejo Hospitalario de A Coruña para ser operada de un ojo.