El propietario, Pedro Quintela Caamaño, de 40 años, sufre quemaduras de segundo y tercer grado en el noventa por ciento de su cuerpo, y permanece ingresado en la unidad de quemados del Hospital Juan Canalejo de A Coruña, según el parte médico dado a conocer por este centro.

El herido fue encontrado tirado en la huerta, pero se desconoce como llegó a ese lugar, aunque se cree que fue desplazado por los efectos de la explosión.

La deflagración se registró a las once de anoche cuando la vivienda unifamiliar ubicada en la aldea de Arriba, parroquia de Cabo de Cruz, quedó totalmente destruida tras una fuerte explosión.

Solo quedó en pie una parte de las paredes de piedra de la vivienda, mientras que viguetas, tejas y otros elementos quedaron esparcidos por los alrededores.

Los bomberos, tras apagar el fuego, desescombraron la vivienda y retiraron dos bombonas de gas butano.

El alcalde de Boiro, Xosé Deira, declaró que estaba impresionado por el aspecto desolador de la vivienda, "no quedó una piedra sobre otra, hay restos de esta en zonas contiguas. Fue una desgracia pero pudo ser peor si estuvieran en la casa todos sus moradores", dado que en la misma reside un matrimonio con sus dos hijas que en ese momento se encontraban ausentes y tampoco estaba la esposa.