El artista Javier Varela Guillot (Vigo, 15 de febrero de 1933) falleció en la noche de este lunes, 7 de mayo, en el hospital Juan Canalejo de A Coruña. Tenía 85 años y será enterrado hoy en Chantada (Lugo).

Varela Guillot, que residía en la localidad coruñesa de Oleiros, era conocido como uno de los mejores acuarelistas de Galicia. "La acuarela es la técnica que va mejor a mi temperamento", solía decir. Aunque nacido en Vigo, estuvo muy vinculado a Allariz, donde vivió un largo tiempo. Su vocación procedía de su abuelo, Alberto Guillot, de origen francés, que vino a España contratado por Heraclio Fournier, y que realizó, entre otros trabajos, los gatos que decoran la cerámica del histórico edificio Alfageme de Bouzas, en Vigo, y el cartel de la marca de conservas Albo.

Javier Varela Guillot se formó en pintura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Realizó diferentes obras a lo largo de España con motivo de los diferentes edificios de Tabacalera. El escritor Carlos Casares, de quien Guillot era amigo, describió su obra de esta forma: "Súas acuarelas, en casa de moitos amigos, sempre me pareceron admirables; executadas cunha perfección que só unha sensibilidade exquisita consigue liberar dos alardes ofensivos do virtuosismo".

El escultor Acisclo Manzano lamentó ayer que haya desaparecido "quizás el mejor acuarelista de Galicia, gran pianista, hombre afable, cariñoso, elegante, buena persona y amigo de los amigos". Añade que "ha dejado el relevo asegurado, porque sus hijos también son grandes artistas". Muestra especial admiración "por los paisajes y las marinas que hacía: eran unas acuarelas muy limpias y con mucha fuerza".

Manuel Buciños contempla a Guillot como "un acuarelista impresionante". Tenía un estilo tan definido, que "no hacía falta que firmara su obra, simplemente con contemplarla ya se sabía que era de él", por lo que "mancó una época en la pintura ourensana, dentro de la técnica de la acuarela".

Xosé Cid coincide en que la muerte de Guillot "era uno de los grandes acuarelistas de Galicia". Esa es la razón por la que "el mundo del arte ourensano se pone de riguroso luto".

Miguel Ángel Martínez Coello afirma que Gillot "es y continuará siendo el genial acuarelista de Galicia. Maestro de maestros, supo como nadie jugar con los colores y el agua para encerrarlos de por vida en la cartulina que les dio cobijo".