"¿Qué porcentaje de tu cerebro estás utilizando ahora mismo?", comenzó preguntando al público vigués la neurocientífica Raquel Marín, que ayer impartió la conferencia "Pautas para mantener el cerebro joven, activo y sano a lo largo de la vida" en el Club FARO.

Y, a diferencia de lo que la mayoría especuló, la especialista reveló que los humanos siempre utilizamos el 100% de nuestro cerebro. "Lo lamento por los que piensan que pueden tener superpoderes, pero lo usamos todo", aseguró.

"Creo que los neurocientíficos somos muy aburridos, somos personas que trabajan mucho pero que cuando cuentan lo que hacen no les entiende nadie", apuntó la especialista. Este es uno de los motivos por los que se decidió a escribir "Dale vida a tu cerebro" (Roca Editorial), un manual "para un cerebro feliz".

Presentada por Yolanda Diz, investigadora del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo, Marín explicó que su objetivo con esta publicación es "que las personas sepan más sobre, seguramente, el órgano más importante del cuerpo". "El que nos va ayudar a mantenernos bien y jóvenes hasta los 100 años", enfatizó.

"Creo que la neurociencia tiene que hacerse para las personas, decidí escribir el libro para eliminar muchos mitos sobre el cerebro. La salud al envejecer tiene mucho que ver con la cabeza y el intestino", señaló Marín. "Nuestro intestino es un gran aliado o un gran enemigo para nuestro cerebro", añadió.

Marín hizo una pormenorizada descripción del cerebro, y se centró en su aspecto gelatinoso, sus 1,5 kilos de peso aproximadamente y que estirado ocupa una superficie de unos dos metros cuadrados. El cerebro humano gasta 70 litros de oxígeno al día (el 20% del total del presupuesto del cuerpo). Está formado por grasa y agua, y no duele. "Cuando nos duele la cabeza son los músculos, las cervicales? pero nunca el cerebro", apuntó.

"El cerebro está compuesto fundamentalmente por neuronas que son unas grandes charlatanas, se comunican entre ellas. A medida que van adquiriendo nuevos conocimientos, sus neuronas van desarrollando nuevas conexiones entre sí", explicó a los asistentes al Auditorio Municipal do Areal la catedrática en la Universidad de La Laguna (Tenerife).

"Tenemos el peso del cerebro más grande, en porcentaje con respecto al cuerpo, que se conoce en mamíferos. Hemos dedicado en nuestra evolución una enorme cantidad de energía y desarrollo a un área que, en principio, parecería menos práctica; pero que nos ha permitido socializarnos y desarrollar sociedades complejas", detalló Marín.

Es la capacidad de creatividad, de espiritualidad, de abstracción, imaginación... "Esa zona, el neocórtex, representa aproximadamente el 75% del total del volumen del cerebro humano", agregó.

"A pesar de que cuando queremos ejercitar el cerebro pensemos que tenemos que hacer sudokus o ejercicios de memoria. No nos olvidemos de que una parte muy importante de nuestra actividad cerebral es, precisamente, la abstracción. En algunas empresas de Inglaterra están poniendo en práctica que sus empleados utilicen técnicas para dejar la mente abierta y divagar, porque eso ayuda mucho también a la salud de la mente. Así que pensar en elefantes rosas puede ser muy saludable para nuestro cerebro", manifestó la neurocientífica.

Esta zona cerebral dedicada a la abstracción contiene 16.000 millones de neuronas, un 20% del total. La evolución juega un papel muy importante en el desarrollo del cerebro, según describió Marín. El descubrimiento del fuego significó una mejora en la digestión gracias a la cocción del alimento, se adquirían los mismos nutrientes gastando menos energía. Además, permitió que se incorporase a la dieta la ingesta de proteínas de origen animal y de pescado. "Muchos investigadores afirman que la ingesta de pescado y de otros productos del mar fue un desencadenante fundamental para el desarrollo de nuestro neocórtex", agregó.

El cerebro contiene la mayor parte de grasa funcional del cuerpo. En un 20% esa grasa del cerebro es colesterol, además sus neuronas son capaces de producir colesterol. "Para lo que el cerebro es muy perezoso es para producir las grasas poliinsaturadas, las Omega 3 y 6. Con lo cual, hay que incorporarlas", explicó. Pero advirtió de que es necesario hacerlo con un balance 4 a 1 de grasas Omega 6 (aceites de tipo vegetal) y Omega 3 (aceites del mar).