"Yo doy la cara. Mis enemigos ya me conocen; si me quisieran hacer daño, me lo harían", asegura desde las escaleras de la céntrica iglesia de Santiago de Vigo el exnarco arrepentido Manuel Fernández Padín. Por eso, acepta una fotografía para FARO el día después de formalizar en Madrid un acto de conciliación en el que solicita al autor, Nacho Carretero, y a la editora de "Fariña", Libros del KO, 150.000 euros en concepto de indemnización.

Pero, ¿qué hechos de los que se narran en el libro son falsos, para Padín? El ex testigo protegido de la Operación Nécora muestra folios manuscritos de al menos diez páginas del libro, con anotaciones de su puño y letra. "Están llenas de imprecisiones y mentiras graves".

Pero, fundamentalmente, el exnarco destaca dos (que considera "especialmente sangrantes y falsas", literalmente). "Las relaciones que se me atribuyen de 'Los Lulús' [un clan de narcos de A Costa da Morte], así como afirmar que el juez de Instrucción del sumario, Baltasar Garzón, vino a verme". En una de las páginas del libro se cita que "según la versión de Padín, Jorge Argote [el letrado del Ministerio del Interior], fue a visitarlo a prisión". Hecho que él también niega.

También cita la supuesta falsedad de que le había ofrecido "un cheque en blanco" para declarar contra Garzón en la instrucción de la Nécora.

Además, quien colaboró con las autoridades judiciales y fue un testigo protegido en la histórica operación Nécora contra el tráfico de drogas, asegura a través de su solicitud de conciliación que pretende evitar que dichos hechos "sean incorporados al guion de la serie, cuyo contenido se desconoce".