El letrado Marcos García-Montes, abogado de Feliciano Miguel Rosendo, el líder de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, conocida como de los "miguelianos", pidió ayer su libertad, ya que permanece en prisión provisional desde hace tres años y medio por supuestos delitos de abusos sexuales, asociación ilícita y blanqueo de dinero; y anunció que presentará el caso ante el Vaticano.

El abogado denunció que el procedimiento judicial ha estado "paralizado" durante un año mientras Rosendo se encontraba en prisión provisional, ante lo que ha pedido su libertad al igual que la tienen el resto de procesados, entre los que se encuentran su mujer, sus dos hijos y algunas consagradas y otros miembros de la extinta Orden. Así lo indicó ayer en una rueda de prensa en Madrid.

Sobre los delitos contra la libertad sexual que se atribuyen a su cliente, García-Montes defendió que no hubo "ningún tipo de obligación, violencia ni intimidación". Acerca del blanqueo de dinero, dijo que "diferentes documentos justifican que no hubo blanqueo de capitales". También negó la existencia de asociación ilícita.

En su lugar, todos los miembros de la Orden que comparecieron ante los medios y tres sacerdotes que les apoyan volvieron a culpar al capellán de la prisión de A Lama, que era el asistente eclesiástico de la Orden, Isaac de Vega, de ser el responsable de las acusaciones contra Rosendo. También acusaron al obispado de Tui-Vigo de "falso testimonio".

"No es un juicio contra la Iglesia, pero eso no quiere decir que en la Iglesia no haya garbanzos negros", subrayó el letrado de la defensa, al tiempo que aseguró que tienen intención de acudir al Vaticano para dar a conocer el caso al Papa. "Nos encontramos en un auto sacramental en el que se quiere poner a Feliciano Miguel el sambenito histórico de la Inquisición", añadió el abogado.

"Montaje"

La mujer de Miguel Rosendo, María del Carmen Sánchez, que ayer habló públicamente por primera vez, tachó de "montaje" todas las acusaciones contra su marido, negó que fuera "un brujo o un sectario" y aseguró que ella no estaba "abducida" por él.

"Voy a explicar este montaje. En 35 años que llevo casada creo que conozco bastante bien a mi marido. ¿Abusos sexuales? Nada. No es no. ¿Vejaciones? Tampoco. Ni humillaciones, porque si yo lo veo no lo permito, lo primero que haría sería ponerle las maletas en la puerta y denunciarlo", indicó.

Asimismo, afirmó que su marido "está pasándolo fatal" en la cárcel, que está "muy mal anímica, física y psicológicamente" y añadió que sus hijos y ella, también procesados por delitos continuados contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales, aunque en libertad provisional, lo están viviendo "con mucha rabia y dolor".

La sobrina del líder de los "miguelianos", Isabel Montes, negó haber sido "abducida" y haber formado parte de una "secta", así como que su tío Miguel Rosendo le quemara el pelo o llevara a cabo un ritual satánico con ella.

Por su parte, Marta Paz, también procesada en la causa y considerada la "mano derecha" del líder, declaró "lo doloroso que es tener que convencer" a las personas de que es "virgen", y mantuvo nuevamente que Rosendo "jamás" abusó sexualmente de ella.