El vínculo entre el cómic, las pinturas y las instituciones museísticas plasmado en la exposición El arte en el cómic, que abrió estos días en A Fundación de A Coruña, se puso a estudio ya en la primera conferencia del ciclo complementario de la muestra, Los museos vistos por el cómic. Coordinada por el comisario de la exhibición, el vigués Asier Mensuro, las charlas reunirán a cerca de diez personalidades del noveno arte en tres ponencias y mesas redondas, que profundizarán en los distintos espacios en los que se estructura la colección del centro expositivo.

El primero de ellos, la presencia de las artes gráficas en los grandes museos, protagonizó la primera ponencia. El encargado de impartirla fue el propio Mensuro, que parte de la primera exposición de cómics realizada por el Louvre en el 69 para explicar la evolución de la situación de los cómics en este tipo de entidades. El historiador del arte asegura que el centro francés fue "el motor" de la inclusión del trabajo de los dibujantes en las instituciones museísticas, una "tendencia actualmente en boga" que "cada vez gana más fuerza", y a la que "los museos europeos se han sumado con su propia colección de cómics".

"Cuando un museo de esa talla toma una iniciativa como esta con continuidad, se remueven cosas y los demás se unen", comenta el comisario, que afirma que "es mucho lo que se ha hecho en España" a la hora de trabajar este vínculo. A nivel nacional, fue el Thyssen-Bornemisza el que encabezó la marcha del arte gráfico, en la que le siguieron otros como el Prado y el Reina Sofía. Ni aquí ni en el resto de Europa se trató, sin embargo, de una inclusión sencilla. "Al principio fue muy costoso. Había gente que pensaba que el cómic era infantil", cuenta el historiador del arte, que da el problema por solventado porque "la gente joven entiende el lenguaje del cómic como uno más".