Investigadores de la Universidad de Adelaida (Australia) han constatado que los países con un mayor esperanza de vida y un mayor acceso a la asistencia sanitaria tienen tasas mucho más altas de incidencia de cáncer que aquellos con un nivel peor, según un trabajo que publica la revista "Evolutionary Applications". Los autores creen que esto es fruto de la "selección natural" de la medicina moderna, que está permitiendo a las personas vivir más pero, en cambio, todavía no evita que los factores genéticos que favorecen la aparición de muchos tumores pasen de una generación a otra.