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Cosméticos con sello del noroeste

El bum de marcas gallegas de cosmética natural busca su hueco en el mundo

La primera línea de cremas para personas con cáncer y un estudio pionero sobre efectos antioxidantes de las algas pardas en la piel tienen en común su desarrollo en Galicia

El bum de marcas gallegas de cosmética natural busca su hueco en el mundo

La explosión de lo "bio" y lo natural se ha asentado en el sector de la cosmética en Europa. Alemania es el principal mercado y Francia, el segundo. Se calcula que el sector de los cosméticos naturales crecerá entre un 8 y 9,8% anual hasta el año 2020; aunque ya se sabe que hay que tener cuidado con las burbujas porque, al final, acaban pinchando. La comunidad gallega se ha ido sumando a la tendencia con un continuo nacimiento de marcas, una especie de bum para la pequeña Galicia donde, curiosamente, resulta a veces más fácil encontrar una crema natural hecha en Grecia, Rusia o Alemania que en alguna de las cuatro provincias.

Desde hace décadas, los que comenzaron a mover la cosmética "Feita en Galicia" fueron los balnearios. Ahora, no son los únicos que se encuentran en un sector al que se han unido empresas que no solo quieren vender cremas, geles o champús sin importar los ingredientes. Se trata de firmas salidas de las universidades como Sálvora; o laboratorios independientes como Iuvenor, de donde proceden gran parte de los cosméticos naturales que nacen a día de hoy en la comunidad; o de pequeñas como Piabeli, Oncosmetics, Naturavia o la viguesa La espiral verde.

La primera es una marca coruñesa que defiende "una formulación vegetal" garantizando que todos los componentes de la elaboración de los productos son de "procedencia vegetal excluyendo la cera de abeja".

La apuesta oncológica

La segunda, Oncosmetics, se promociona como la primera línea de cosméticos pensados para pacientes oncológicos que se encuentran en tratamiento contra el cáncer o que han pasado por él. En su formulación, no hay ni parabenos, ni parafinas, ni perfumes, ni alcohol; con "un alto contenido de ingredientes naturales", señala la firma ourensana.

Por su parte, Naturavia dispone, además, de certificaciones que "garantizan que los productos están elaborados con ingredientes ecológicos que cumplen con las normas de fabricación sostenible", señala su página web.

Por suerte o por desgracia, en este sector no vale con ser natural sino que, además, hay que demostrarlo: el sello natural no significa lo mismo que ecológico.

La empresa Sálvora, por ejemplo, se encuentra en proceso de obtención de la ecocerticación de sus cremas. "La formulación de nuestras dos cremas -una antiedad y otra hidratante normal- parte de ingredientes ecocertificados pero no ha calado en profundidad; por eso, vamos a certificar el producto final. Requiere inspecciones que realicen un seguimiento de los ingredientes para acreditar que, cada uno, es ecológico. Hay que demostrarlo in situ y con documentación. Bioinspecta es la que hace la inspección bajo la norma BioVidaSana. Esperamos tenerla a finales de octubre", explica Marivel Sánchez Guerrero, directora técnica de Celtalga Extract y los cosméticos Sálvora.

La norma BioVidaSana es un sistema de control para productos cosméticos naturales y ecológicos que indica si esos cumplen con las exigencias del consumidor y los mercados nacionales e internacionales de cosmética natural y ecológica.

Sálvora surgió de la Universidade de Santiago de Compostela insertada en la empresa Celtalga, dedicada a la investigación de extractos de algas de la costa gallega. Tras diversos estudios, concluyeron que "las algas pardas tenían una muy buena actividad antioxidante", lo que les animó a crear una marca de cosméticos patentando dos extractos de alga y un proceso que emplea los ultrasonidos para extraerlos, explica Sánchez Guerrero. Su ingrediente estrella proviene del extracto de Aspophyllum Nodosum.

Las expectativas de Sálvora pasan por seguir introduciéndose en el canal farmacia. También han firmado un contrato para exportar su producto a China, "donde están abiertos a los productos cosméticos europeos; Brasil o incluso Estados Unidos".

Pero las marcas gallegas no lo tienen fácil. "Es difícil arrancar", opina Ana Bordallo, accionista junto a Rosaura Valverde de La espiral verde, una línea de cremas faciales, corporales, jabones y champús con aceites esenciales y que disponen de certificación ecológica. "Hay un bum enorme en la cosmética ecológica; cada vez -añade- se crean más empresas que hacen tambalear a las ya posicionadas.El mercado aquí crece un 2% anual, pero salen empresas para un 20%". Por ello, es necesario salir fuera. En el caso de La espiral verde, sus productos se pueden encontrar en plataformas market place de Europa que reparten a 26 países.

La "prostitución" del mercado

Desde el laboratorio Iuvenor, con su sede en O Carballiño (Ourense) subrayan que es "un mundo muy competitivo, muy global, dominado por grandes superficies con una política de precios difíciles de combatir. Estamos en un mercado muy global, no sé si usar la palabra prostituido, masacrado por la aparición de las ventas de cosméticos en grandes superficies que colapsaron los precios", señala José Blanco, director general de esta empresa gallega.

Esta competencia de grandes superficies llega a ser, a veces, "desleal", lo que "arrincona mucho a los pequeños productores", añade el emprendedor ourensano.

Un aroma con esencia viguesa y atlántica

  • "Somos tres personas que hemos hecho esta travesía, aunque la idea surgió de mí, de repente. No recuerdo si nació antes el nombre o el proyecto. Hace seis años tenía una inquietud, identificar Vigo con algo que fuera para el turismo, para nosotros. Yo llevaba viviendo en la ciudad 25 años. Me salió Agua de Vigo". Así, rememora la emprendedora Paloma Arriola Torres el comienzo de una aventura que lleva un aroma con esencia viguesa y atlántica, 100% gallega. Junto a Ángeles Boullosa y Reyes Pintor, sacó adelante esta colonia que huele a agua de lluvia con toques de limón, lavanda y camelia, rehuyendo lo máximo posible de los componentes sintéticos. "La elaboración podría haberse hecho de una forma más asequible para tener también un precio más barato pero hemos preferido cuidarla. El jugo se ha hecho con esencias naturales tras un mes de maceración en frío en los laboratorios Iuvenor. Todo eso lleva un precio; tampoco nos importa si no es asequible a todo el mundo. Hay gente que quiere calidad y nosotras se la queremos dar", explica Arriola que el próximo 31 de diciembre cumple 54 años; edad con la que quiere animar a cualquiera emprendedora a hacer realidad su sueño o, al menos, a intentarlo. Su Agua de Vigo gustó y aquellas primeras 200 unidades se vendieron en mes y medio entre Vigo y Sanxenxo; para pasar a encargar otras 500 y otras 500 más. Este verano, la colonia formaba parte de los regalos de la Regata Rías Baixas. Ahora, buscan inversor para tener stock de Agua de Vigo y Atlántica, esencia de Galicia.

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