Juan Ramón Jiménez escribió que la pintora gallega Maruja Mallo (Viveiro, 1902-Madrid, 1995) conformaba junto a Rafael Alberti y Salvador Dalí "la nueva primavera española" en la creación artística. No estaba equivocado. Mallo fue un faro en la creación del surrealismo con una mitología plástica propia. De madre viguesa y padre madrileño, la pintora vivió en varios puntos de Galicia, Asturias, Madrid y ciudades americanas, recalando en estas últimas debido aun "destierro voluntario por la situación" a causa de la Guerra Civil en la que "la clase cerebral fue atacada por la casta craneal", según ella mismo dejó escrito. Quizás como consecuencia de ese vaivén vital, parte de su obra se encuentra en paradero desconocido. Otra porción no había visto la luz hasta ahora. Desde ayer, una pequeña selección de dibujos inéditos, bocetos y óleos inéditos se muestran por primera vez al público en la galería Guillermo de Osma de Madrid.

Sus comisarios son Juan Pérez de Ayala y Guillermo de Osma. El primero fue uno de los editores del catálogo de la exposición que en 2009 se celebró en la Casa das Artes de Vigo organizada por la ya extinta Fundación Caixa Galicia. En esa retrospectiva, la más amplia y exhausta realizada hasta ahora sobre Mallo, también jugó un papel fundamental Guillermo de Osma.

En declaraciones a FARO, este galerista señala que "para mí, Maruja Mallo es la artista española más importante del siglo XX y una de las grandes artistas internacionales de ese tiempo", estando "al nivel" de otras creadoras como Frida Kahlo, Georgia O´Keffe, Remedios Varo o Ángeles Santos.

En esta ocasión, Guillermo de Osma muestra en su galería un total de 39 obras de Maruja Mallo, una selección de su producción desde los años 20 a los 80 del pasado siglo. Entre las diferentes creaciones, destacan cuadros emblemáticos como "Mensaje del mar" (1937), con 1,80 metros de ancho, o "Escaparate". Este último es un óleo poco conocido, datado en 1928 y de más de 10 metros de alto.

También se pueden ver una decena de dibujos y unos 16 bocetos así como unos óleos con máscaras. Una de las obras desconocidas ha sido cedida para la muestra por la galería viguesa Montenegro, "La mitad de la exposición está formada por obras inéditas o casi inéditas que no se habían visto en exposición" aunque sí se conocían por fotos, explica el galerista que en esta muestra, titulada "Maruja Mallo, orden y creación", busca "mostrar las tripas de la artista", detallando el proceso intelectual que había detrás de sus obras.

De ahí que los bocetos tengan tanta importancia porque demuestran -al igual que se había comprobado en la retrospectiva de la Casa das Artes de Vigo de hace ocho años- la importancia de la geometría en la gestación de las obras. "En nuestro archivo, hay muchos cuadernos de Maruja tratando ese tema que, para ella, es fundamental, sobre todo a partir del año 1933 cuando conoce a Joaquín Torres García, que está en Madrid en ese momento. Él -explica Guillermo de Osma- crea el pequeño grupo de Arte Constructivo del que Maruja forma parte. Están pintores tan diversos como Benjamín Palencia, Moreno Villa, el escultor Eduardo Yepes o Julio González. Son artistas más ligados al mundo surrealista".

En esos momentos, "hay muy poco arte geométrico en España y Torres intenta con este grupo enseñar las bases del arte geométrico y de la composición a partir de la regla de oro, la proporción áurea. Maruja, probablemente, algo conocía de esto, pero, a partir de esos años, la estructura de todos sus cuadros está basada en lo que llamaba 'trazados armónicos', esquemas geométricos que seguían la proporción áurea".

La muestra supone un entremés que sirve de avance a un proyecto con letras mayúsculas: el Catálogo Razonado de la obra pictórica de Maruja Mallo. De Osma lleva años trabajando en él. Su anhelo es que la publicación tenga lugar a finales del próximo 2018. En él, trabajan también Juan Pérez de Ayala y el sobrino de la artista Antonio Gómez Conde. Además, en el comité científico, figura el director del Museo de Pontevedra, José Carlos Valle.