El Resurrection Fest comenzó ayer en la localidad luguesa de Viveiro con un cartel liderado por bandas como Rammstein, Rancid, Dropkick Murphys y Anthrax y un impacto económico que los organizadores estiman en unos 11,5 millones de euros. El XII Resurrection Fest tiene un ambicioso cartel de más de cien bandas internacionales de rock, heavy y hardcore y con miles de asistentes -la organización prevé unos 80.000- de más de 30 países.